POLITICA
internas en la justicia

La Cámara no quiere apartar al juez, pero critica su investigación

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Como en un partido de ajedrez, las piezas judiciales y políticas se mueven con tensión alrededor de la causa Ciccone. Si bien los camaristas de la Sala I no habrían analizado el apartamiento del juez federal Ariel Lijo de la causa Ciccone –como trascendió esta semana–, voceros judiciales advirtieron que emitirán una resolución en la que le marcarán una serie de “irregularidades, errores y omisiones graves del magistrado” que se habrían producido en el expediente.
Aunque sus integrantes, Jorge “Pati” Ballestero, Eduardo Farah y Eduardo “Chiche” Freiler, no niegan rispideces entre ellos por esta decisión, la resolución se emitiría la semana del 9 de Junio, cuando Freiler regrese de dar una serie de charlas en Colombia.
Los camaristas habrían analizado los 17 cuerpos del expediente principal, los incidentes y una copia de la causa comercial donde tramita la quiebra de la empresa Ciccone, además de analizar la nulidad de las declaraciones de Nicolás Ciccone y su yerno Guillermo Reinwick.
Tras ese estudio, advertirían que “debe investigarse a las personas que pusieron dinero para el levantamiento de la quiebra en forma irregular, entre ellos a Jorge Brito, presidente del Banco Macro, y Raúl Moneta, el ex banquero accionista de The Old Found.
Los tres jueces creen que los titulares de Ciccone habrían tratado de acelerar el proceso de quiebra de la empresa para poder cobrar dinero de otras fuentes y hasta sospechan que podría haber algún tipo de práctica de lavado de activos.
Por ello, los revisores dejarían sentado que Lijo “omite investigar maniobras de lavado de dinero y asociación ilícita”, delitos de mayor gravedad penal e institucional que involucrarían a varias otros funcionarios además del vicepresidente Amado Boudou.
Los camaristas avalarían la postura del fiscal Jorge Di Lello, enfrentado con el juez, quien a finales del año pasado solicitó la indagatoria de Nicolás Ciccone, sus yernos Guillermo Reinwick y Pablo, además de las de Boudou, su socio José María Núñez Carmona, Alejandro Vandenbroele, dueño de The Old Found, la empresa que tomó Ciccone, y del titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Si la declaración del clan Ciccone resultara nula para los camaristas, postura mayoritaria en ese sentido, deberán volver a declarar, pero en indagatoria.

Peleas en Tribunales. El caso Ciccone llevó al máximo la tensión entre los diferentes integrantes de la Justicia. En la Cámara causó malestar la difusión de un rumor, según el cual, sus integrantes iban a separar a Lijo de la investigación. Como contrapartida, en el entorno de los camaristas cargaron contra el magistrado. Lo acusaron de hacer correr el rumor para cubrirse y trabajar en conjunto con Gabriel Cavallo, un ex camarista federal, hermano de la primera esposa del juez Lijo, Silvia Cavallo.
Cavallo se desempeñó como abogado de Ernestina Herrera de Noble, propietaria del Grupo Clarín, en la causa por la adopción de los hijos de la empresaria.
De esa forma, los allegados a la Sala I de la Cámara vincularon las críticas que recibieron en forma anticipada por su decisión a los vínculos entre el Grupo Clarín y Cavallo, a quien asociaron al juez Lijo.