POLITICA
Proselitismo

La Casa Rosada festejó el discurso: hablar a "los propios" y polarizar con "el pasado"

Los asesores del presidente aseguraron que los episodios de gritos e insultos "mostraron el pasado" y estuvieron conformes con las palabras del jefe de Estado. Las dos claves que vio el oficialismo.

Macri en el Congreso Pablo Cuarterolo
Macri en el Congreso Pablo Cuarterolo | Pablo Cuarterolo

La satisfacción rodeó a los principales colaboradores de Mauricio Macri en la Casa Rosada. Aunque, en rigor, los viernes trabajan desde la residencia presidencial de Olivos, quienes trabajan codo a codo con Macri vieron cumplidos los objetivos que, según explicaron a PERFIL, se habían trazado de antemano: hablarle a los “propios” y, a la vez, retomar la idea de que “el pasado no puede volver”.

En Balcarce 50 se mostraron conformes con la idea de que cumplieron, y que el presidente se mostró “fuerte” a pesar de la crisis económica.

“Fue un discurso muy enfocado en cuidar lo nuestro, el tercio que sigue a Mauricio. En este momento complicado lo mejor fue hablarle a nuestro electorado”, confió una fuente oficial con despacho propio en Casa Rosada.

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“Además el presidente tuvo algunos pasajes para llegar a los 42 puntos del 2017, sobre todo cuando confrontamos con el modelo de Venezuela y hablamos del kirchnerismo de manera elíptica”, agrega la misma fuente.

Paralelamente, en el oficialismo explicaron que poco tuvo que ver con el discurso de 2016, donde la mirada de futuro y la esperanza, en especial en la economía, dominaron sus palabras al abrir las sesiones ordinarias del Congreso por primera vez como presidente.

El segundo eje, que había sido planteado de antemano, era la confrontación con el kirchnerismo sin nombrarlo explícitamente. “Creo que cumplimos con exponer que la alternativa que hay es mucho peor que lo que estamos viviendo”, opinó ante PERFIL otro funcionario que vio el discurso desde un despacho del primer piso de la Rosada, minutos antes de comenzar su almuerzo.

En ese marco, resaltó la reacción rápida de Macri cuando llegaron las oleadas de gritos e insultos, incluída la dirigente Joana Picetti. “Vimos ahí las dos caras de la Argentina: los que trabajamos para solucionar los problemas y los que tienen los insultos y la falta de educación como política”, agregó.

“Fue un gran discurso donde dejó bien reflejado el momento del país. Hizo una revisión de sus tres años de gestión reconociendo los problemas, incluso cuando los números no fueron positivos en la inflación, mientras hubo gente que se dedicó a no escuchar, a insultarlo y a interrumpirlo”, concluyeron en Casa Rosada.