La dirigencia de la comunidad judía anticipó ayer que será parte de la reunión que se realizará el lunes en el Congreso con el fiscal Alberto Nisman, pero que participará sólo en calidad de observadora.
El debate dentro de la dirigencia, en particular de DAIA y AMIA, desde que Nisman les presentó el miércoles pasado en una reunión privada los lineamientos de su acusación contra Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman, era qué posición adoptar.
En principio optaron por la prudencia y no darle un apoyo explícito al fiscal.
En el encuentro con Nisman, que se extendió una hora y media –con café y agua por medio–, la cúpula de la DAIA y de la AMIA no pudo ver el dictamen pero sí escuchó de boca del fiscal de qué se trataba. A partir de allí un sector de la comunidad había propuesto presentarse como querellante, acompañando de forma explícita a Nisman. Sin embargo, el jueves, en un plenario con sesenta organizaciones judías, no hubo consenso para ello.
“Lo único que podemos hacer es escuchar y concurriremos a la Comisión de Legislación Penal, pero sólo para escuchar. No tenemos ninguna participación en esto”, sostuvo ayer el secretario general de la DAIA, Jorge Knoblovits, en el portal Infobae. Tanto Leonardo Jmelnitzky (AMIA) como Julio Schlosser (DAIA) no quisieron hacer olas en las reuniones. Si bien ninguno quiso criticar el trabajo del fiscal, no estaban al tanto de la investigación que inició Nisman en noviembre de 2013, ni que estaba recolectando pruebas vinculadas a un posible encubrimiento para desviar la pista iraní.
