Cuando Zaffaroni conoció las quejas, según reconstruyó uno de sus colaboradores, blandió una respuesta igualmente filosa: “Yo me reúno a puertas abiertas, no como Lorenzetti, que recibe a políticos a puertas cerradas”.
Las diferencias surgen cuando la Corte Suprema se prepara para recibir la disputa por la constitucionalidad de la Ley de Medios, que actualmente espera un fallo de la Cámara Civil y Comercial.
“Esa imagen tira por la borda toda la estrategia política y protocolar que intenta el presidente del Máximo Tribunal ante el constante acoso del Poder Ejecutivo”, argumentó un colaborador de Lorenzetti al momento de justificar el enojo de su jefe con Zaffaroni.
