POLITICA
nuevo escenario luego de la renuncia de Fayt

La futura Corte se negociaría tras las elecciones

Desde el oficialismo reconocen que las conversaciones quedarán para después de las presidenciales. Buscan garantizar un hombre afín para el oficialismo y otro propuesto por la oposición.

Actores. El peronismo espera una victoria de Scioli para definir a los compañeros de Lorenzetti.
| Cedoc

El bloque kirchnerista del Senado tiene toda la intención de iniciar conversaciones con la oposición para ocupar las vacantes de la Corte Suprema, abiertas a partir de la renuncia de Eugenio Zaffaroni y de Carlos Fayt. Pero esas negociaciones quedarán para después de las elecciones del 25 de octubre.

El máximo tribunal del país quedará muy disminuido a partir del 11 de diciembre, cuando se haga efectiva la dimisión de Fayt. Desde entonces, sólo habrá tres miembros: Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco. Eso favorece a los intereses de la Casa Rosada, que tendrá un argumento de peso para discutir con otros bloques la posibilidad de enviar pliegos al Senado para reforzar la Corte.

La oposición no tendrá tanto margen para negarse como antes. Cabe recordar que, tras la renuncia de Zaffaroni y la elevación del pliego de Roberto Carlés, los bloques no kirchneristas acordaron que  no aprobarían a ninguno de los hombres que propusiera el actual gobierno y que dejarían al próximo presidente la tarea de restaurar el máximo tribunal.

Pero ahora las cosas podrían cambiar. “Hasta ahora no hubo contactos. Va a haber negociaciones después de la elección de octubre; antes, imposible”, confió un senador kirchnerista en diálogo con PERFIL. Otro añadió: “Con la elección se va a aclarar quién será el presidente y qué fuerza tendrá. Así será más fácil negociar”.

La idea que prima entre los senadores oficialistas es que podrían garantizarse un hombre propio en la Corte antes de dejar el poder, y dejarle una de las vacantes a la oposición. Pero una fuente del Ejecutivo aseguró que lo más probable es que, por la debilidad que tiene un gobierno que se va, se le deje al próximo gobierno la posibilidad de restaurar la Corte.

En lo que todos coinciden es en que los pliegos que envíe el Ejecutivo tendrán que ser de nombres de prestigio, como ocurrió cuando Néstor Kirchner renovó la Corte Suprema menemista.

Circulan nombres como el de León Carlos Arslanian por el oficialismo y el de Ricardo Gil Lavedra por la oposición, aunque podrían ser otros. Ejercer algún tipo de control sobre la Corte es la obsesión de Cristina Kirchner, que sabe que hasta allí llegarán causas sensibles que complican a ella y a su gobierno.

 

¿Más miembros y división por salas?

El gobernador Daniel Scioli tiene entre sus manos una propuesta para ampliar la Corte a más de diez miembros, conformar salas especializadas en las distintas ramas del derecho, para tratar los diversos casos que llegan al máximo tribunal cada año. Una vez que los fallos sean tratados por las cámaras, los presidentes de cada cámara se reunirán y emitirán una sentencia. Es un modelo copiado de algunos países de Europa. Sin embargo, no se sabe aún si el gobernador está de acuerdo con la iniciativa, que le fue elevada por algunos juristas de prestigio.

El principal problema que tendrá que dirimir el gobernador es si el kirchnerismo decide meterse antes del recambio de autoridades en la restauración de la Corte Suprema, lo que podría alterar sus planes en caso de ganar la presidencia. El kirchnerismo en el Senado tiene intenciones de negociar las dos vacantes que se abrieron con las renuncias de Zaffaroni y de Fayt con la oposición. Habrá que ver si lo logra. De todos modos, aun con el reemplazo de Zaffaroni y Fayt, Scioli podría llevar adelante su idea.