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La historia detrás de la foto de Antonio "Jaime" Stiuso y Sergio Szpolski

La foto que mostró el diario Perfil, en la que se veía al ex hombre fuerte de la Inteligencia local, junto al ex empresario de medios tiene su propia historia.

Jaime Stiuso y Sergio Szpolsky
Detrás de la foto que ayer mostró en su portada el diario Perfil, en la que se veía al ex hombre fuerte de la Inteligencia local, Antonio “Jaime” Stiuso, junto al ex empresario de medios Sergio Szpolski, hubo simplemente dos elementos: una mera casualidad, por un lado, y una decisión editorial por otro | Cedoc Perfil

Detrás de la foto que mostró en su portada el Diario Perfil, el domingo 27 de enero en la que se veía al ex hombre fuerte de la Inteligencia local, Antonio “Jaime” Stiuso, junto al ex empresario de medios Sergio Szpolski, hubo simplemente dos elementos: una mera casualidad, por un lado, y una decisión editorial por otro. La primera es la que cruzó a esta cronista en el mismo lugar que ambos personajes, en el anochecer de un caluroso domingo porteño. La segunda, la evaluación periodística que los responsables del diario hicieron del material. Fue esta última la que llevó la foto tomada con un teléfono celular a la tapa.

Considerar que esa imagen era una instantánea que dejaba al descubierto, como pocas veces, el poder detrás del poder. El lazo entre los servicios y los medios. Entre un empresario que acumuló medios y desmanejos al calor del kirchnerismo y un hombre que sumó secretos, poder e información sensible durante varias décadas hasta que terminó expulsado en enero de 2015, de la entonces Secretaría de Inteligencia (SI). Un hombre cuyo rostro e intimidad era casi una cuestión de Estado hasta entonces. 

La foto se tomó de manera fortuita. Fue cuando esta cronista, que estaba en plan familiar en su día de descanso, entraba al hall del Sofitel Recoleta. Entonces vio primero a Szpolski y luego a Stiuso saliendo por la puerta principal del edificio emplazado sobre la calle Posadas. En el medio, pasaba caminando un contingente de turistas extranjeros de la tercera edad, que se cruzaban delante de ambos, sin saber quiénes eran. 

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Jaime Stiuso y Szpolski ya no esconden su vínculo

Poder verlos juntos parecía casi inverosímil. Más aún tratándose de dos personajes que supieron moverse más en la sombra que a plena luz del día. Pero Stiuso y Szpolski estaban ahí. Acababan de terminar una charla en del bar The Brick, ubicado en la planta baja del hotel. Un lugar sobrio y discreto, pero en el que suelen darse cita desde renombrados periodistas y editorialistas hasta empresarios y políticos. Y que incluso llegó a aparecer como uno de los espacios donde se reunían los protagonistas de la trama de la causa de “la mafia de los contenedores”, un banda en la que tallaron los servicios de Inteligencia. 

El estilo de Szpolski desentonaba en el lugar. Aunque ambos estaban de sport, Stiuso estaba más a tono con el entorno que el ex empresario, que lucía un desarreglado equipo de bermudas y remera. 

 

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Jaime Stiuso y Sergio Szpolski

La naturalidad con la que ambos personajes conversaban mientras pedían y esperaban que el valet parking subiera el auto de Szpolski, llamaba la atención. El polémico empresario no paraba de hablar y gesticular. Stiuso escuchaba, asentía, y opinaba brevemente, casi sin mirarlo. Su vista estaba puesta en la calle.  Durante breves momentos, esta cronista dudó entre acercarse a hablarles o capturar el momento. Entonces evaluó que era mejor tener la foto, asegurar el testimonio fotográfico de ese cruce y luego reconstruir con acercamientos a los entornos de ambos lo que sucedió allí. Temía que al ir a hablar con ellos se perdiera el retrato de ambos juntos.

Cuando los jóvenes del servicio de Valet trajeron el auto desde el subsuelo, Szpolski pagó las horas de estacionamiento de su Fiat 500 blanco, en el garage. Mientras él lo hacía, Stiuso apuró el paso para subirse en el asiento del acompañante. Szpolski lo siguió y así arrancaron y se perdieron por la calle Posadas. En dirección a una ubicación muy cercana a la que en algún momento se mencionó como la de la casa particular de Stiuso: la intersección de Las Heras y Callao. 

Mientras ellos se iban, esta cronista llamó de inmediato al editor jefe de su sección. Comenzaba así la segunda parte de la historia de esta foto. La de su valor periodístico y el lugar que se decidió darle en el diario este domingo. El de una foto que muestra mucho más que a dos hombres hablando en el hall de un hotel. Es el retrato de una época y también, de un cambio de era.