POLITICA
Panorama PRO

La jornada más dura de Mauricio

La marcha de cartoneros y "sin techo" por el centro, un nuevo revés a la intervención de la obra social, la complicación de la negociación con los docentes y la renuncia de una diputada a la banca del PRO no dieron respiro al Jefe de Gobierno.

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El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, atravesó hoy uno de los días más complicados desde que asumió el 10 de diciembre. La marcha de cartoneros y "sin techo" por el centro porteño, un nuevo revés a la intervención de la obra social, la complicación de la negociación por los salarios docentes y hasta la renuncia de una diputada a la banca del PRO parecieron no dar respiro a la primera línea política de la Comuna.

Desde oficinas cercanas a la de Macri, voceros consultados por DyN se mostraron imperturbables, aunque reconocieron que fue "un día agitado", parecido a los que tuvieron en las primeras jornadas del verano, cuando la pelea era con los "gordos" de la CGT por el despido de personal contratado.

La decisión de mantener como "innegociable" la liberación del espacio público de la Ciudad le costó hoy un primer dolor de cabeza a Macri, cuando centenares de manifestantes fueron con sus banderas hasta la puerta de la Comuna para exigir un trato más amigable.

Los cartoneros y los "sin techo" se movilizaron e hicieron colapsar el tránsito en Plaza de Mayo porque sintieron todo el rigor de una política que también debería aplicarse a gremialistas, empresarios, piqueteros y hasta comerciantes que toman en muchas ocasiones el espacio público como propiedad privada.

Otra vez, la Justicia le dio la espalda a la intervención del gobierno porteño a la Obra Social, pero también al reclamo que los propios trabajadores municipales hacen a Macri para que los libere de la condena que representa aportar más que nadie para tener menos servicios de salud que cualquiera.

En el caso de los docentes, la negociación salarial se trabó, al punto que ya son pocos los que dan por seguro el inicio de clases el 3 de marzo, debido a la intransigencia sindical que pretende un aumento de 25 por ciento, de una sola vez, demanda que se le hace a un erario -el porteño- que no puede aspirar al socorro nacional que tiene cualquier provincia del país.

Algunos admiten que la discusión entre los ministros Néstor Grindetti (Hacienda) y Mariano Narodowsky (Educación) llegó a un voltaje tan alto que las voces de ambos perforaron varias paredes y las puertas de Bolívar 1. El primero admite que no tiene recursos para semejante erogación -que sacaría a la Ciudad de las pocas jurisdicciones que tienen sus cuentas en orden- y el segundo, sin menos razón, admite que no tiene espacio posible para una negociación, cuyo piso fue puesto sin demasiada convicción por la Casa Rosada.

Y el último, pero no menos relevante, fue el dato de que el macrismo perdió una banca en manos del kirchnerismo: solapada, pero claramente, la justicialista Dora Mouzo saltó el alambrado PRO y se fue al redil kirchnerista. "Macri saltó del asiento cuando se enteró lo de Dora", decía, irónico, el mismo colaborador del Jefe de Gobierno, quien se mostró imperturbable, aunque no deja de percibir en los últimos trasiegos alguna inspiración K.