La negociación con los bonistas en default dominará la agenda de Cristina en Nueva York
Participará del cierre de la sesión del Nasdaq y podría hacer un anuncio importante. Pretende
enviar mensajes a los
holdouts, aunque sin reabrir el canje.
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Tlam
La agenda de la gira de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en Nueva York estará dominada por dos temas importantes: el ya anunciado pago al Club de París y la negociación con los bonistas, denominados holdouts, que no entraron en el canje de la deuda en el 2005.
El gobierno ya explicitó en varias oportunidades que, una vez hecho el pago al Club de París, está dispuesto a escuchar los reclamos de estos bonistas en default. Para demostrar este compromiso, Cristina asistirá hoy al cierre de una sesión del Nasdaq, en el que podría hacer un anuncio en este sentido.
Fuentes gubernamentales reconocieron que la idea es intentar evitar las protestas, y sobre todo los juicios, de estos tenedores de bonos desencantados. “La Presidenta se mostrará dispuesta a que los bonistas acerquen sus propias soluciones o propuestas que no impliquen la reapertura del canje”, le dijo un funcionario al diario Crítica.
También para hoy, Cristina tiene previsto reunirse con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), José Luis Moreno, y luego participar de un almuerzo en el Council on Foreign Relations. Mañana, participará de la apertura de la Asamblea General de la ONU y asistirá a los discursos de los presidentes de Brasil, Estados Unidos y Francia, entre otros. A Cristina, le toca hablar en décimo lugar.
La reunión con el mandatario italiano Silvio Berlusconi será otro de los puntos importantes de la semana, ya que se espera que se discuta, entre otras cosas, la situación de los bonistas italianos. El jueves será el turno del español José Luis Rodríguez Zapatero, con quien la presidente se reunirá en el edificio de la ONU, y el viernes el de la vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Pamela Cox.
Varios analistas coinciden en que esta gira estará marcada por el intento del gobierno de hacer buena letra. Todavía no queda claro si, en medio de una crisis financiera internacional, el mundo prestará atención a la situación de la Argentina, como pretende la presidente.
