POLITICA
la pelea por el distrito con mas votos

La tracción hacia abajo de la imagen de Macri preocupa en la Provincia

Hay alarma y hasta ven en riesgo la reelección de Vidal. Pero en el oficialismo buscan motivar a sus candidatos para remontar: “Arrancamos desde abajo, como en 2015”.

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Mirada. Macri visitó en la semana a la gobernadora, con quien se muestra cada vez más seguido. | presidencia

“Ya pasó la angustia, ahora prefiero concentrarme en trabajar para dar vuelta la elección”. Uno de los ministros más cercanos a María Eugenia Vidal define la situación política de la Provincia en primera persona: la angustia por la baja imagen del presidente Mauricio Macri que arrastra hacia abajo a la gobernadora bonaerense y, a la vez, la intención del oficialismo de reencantar a sus candidatos y añadirle épica a la campaña electoral.

“Arrancamos desde abajo otra vez, como en 2015”, concluyen en La Plata. En ese marco, por estos días tanto Macri como, principalmente, Vidal iniciaron una suerte de operativo para reflotar el ánimo de funcionarios, legisladores y dirigentes que observan que, dada la crisis económica, el triunfo se ve distante.

Es más: la principal hipótesis que tienen muchos de ellos es que existe la posibilidad concreta de que el Presidente logre entrar en el ballottage pero que, en el camino, en octubre Vidal pierda la Provincia.

En el búnker del PRO y cerca del jefe de Gabinete, Marcos Peña, sostienen que la imagen nacional del Presidente está en torno al 33% pero que ese número desciende al 25% en la Provincia. Por lo cual, el corte de boleta debería ser más grande que en los comicios de 2015, cuando Vidal sacó 425 mil votos más que Macri y llegó a un corte de 6,57%. Esa idea se desvanece en la mente de los asesores de la gobernadora: aseguran que en esta elección no habrá semejante corte de boleta.

En esa encrucijada se dirime el oficialismo, bajo el manto de un repunte económico que, fuera de los augurios tragicómicos del secretario de Hacienda, Miguel Braun, aún en la Provincia no se visualiza.

Campaña. Por ello, la estrategia que diagrama el poderoso jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, se concentra en los distritos grandes que hoy tiene en sus manos Cambiemos y también en intentar sumar esfuerzos en la primera y la tercera sección electoral, donde se concentra buena parte del electorado.

“Tenemos que motorizar el territorio, darle fuerza y ánimo, que todos se sientan orgullosos de poder contar todas las obras y avances que logramos estos tres años”, cuenta uno de los asesores más cercanos a Vidal. Y agrega que algo similar ocurrió en 2011 en la Ciudad: Macri venía muy golpeado por la causa de las escuchas ilegales, tanto en Comodoro Py como en la comisión investigadora, y el PRO logró reencantar a su propia militancia y al electorado.

En ese contexto, ayer en San Miguel del Monte, Vidal reunió a más de cien precandidatos de los “sin tierra”, donde no gobierna el oficialismo. Las charlas motivacionales son una constante en estos días para Macri y la gobernadora. Ocurrió el jueves con los intendentes bonaerenses en Olivos y se dará el primer viernes de abril cuando el Presidente reciba a los “sin tierra” también en la residencia de Olivos.

Vidal en Monte
Vidal arengando en Monte: llamó a recuperar la mística que llevó al triunfo en 2015.

Discurso en tono épico. En su alocución en Monte, Vidal apuntó a recrear la mística de la militancia. “Hace cuatro años atrás era inimaginable que íbamos a gobernar casi 70 municipios y la Provincia. Nadie lo creía. Nadie lo veía posible”, apuntó. Y recordó que “muchos” le decían a Macri que en 2015 tenía que cerrar un acuerdo con Sergio Massa y descartarla.

“Nunca imaginé que iba a ser fácil. Para empezar, teníamos que demostrar que era el primer gobierno no peronista que terminaba un mandato, siendo minoría. Gobernando la Provincia y el país”, explicó. Luego, avanzó sobre el territorio. “Si la provincia de Buenos Aires no cambia, la Argentina no va a cambiar. Estamos en el lugar que nadie cree, aún hoy, que puede dejar atrás su pasado de mafias, de oscuridad, de sometimiento. Estamos dando esa pelea”.

El discurso de la gobernadora también se relaciona a lo que serán los ejes de la campaña: la lucha contra las mafias y la política de seguridad, por ello el ministro Cristian Ritondo será candidato a diputado nacional.
Sobre el epílogo de su discurso, Vidal les planteó a los candidatos: “¿De qué tienen vergüenza? ¿Qué les da miedo? Yo tengo la convicción de haber actuado con honestidad y con valores. Eso nos tiene que sacar a la calle. Y eso no es negar la realidad, es entender y poder dar la cara”.

De todas formas, en La Plata confiesan que el escenario no es nada sencillo. Hay distritos de la tercera sección electoral –en el sur del Conurbano– donde Cristina Kirchner mide más de 50 puntos y la imagen de Macri apenas roza los 20 puntos. Es más: en la primera sección electoral, salvo Vicente López y San Isidro, el Presidente pasa por un pésimo momento en términos de imagen. Eso, por caso, puso en duda las buenas elecciones, con serias chances de victorias, que se preveían en los distritos de Ituzaingó, San Martín, Hurlingham y Tigre.

 

Con todo, el arrastre de la figura de Vidal seguirá siendo importante aunque el cálculo que realizan en la Provincia no es alentador. La tracción hacia abajo de Macri impide focalizar un anhelo que había deambulado por los despachos oficiales: ganar 100 municipios. Hoy con sostener los 69 propios ya se dan por hechos en el vidalismo.

Vidal lo resumió en su discurso: “No negar la realidad es reconocer que esperábamos que a esta altura de nuestro gobierno muchos temas ya tuvieran respuesta, pero también es decir que hay una luz detrás del túnel”. Cuan fuerte se vea esa luz será el indicio de su continuidad al frente de la gobernación.

Salvai, el estratega bonaerense

Aunque la campaña nacional la llevará el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Provincia su par, Federico Salvai, será el hombre encargado de manejar el discurso, la estrategia y los acuerdos políticos para la gobernadora María Eugenia Vidal. Salvai ya había manejado la campaña bonaerense en 2015 y 2017, cuando CFK perdió con Esteban Bullrich.

Desde 2005, cuando la conoció antes de la campaña a diputada nacional en la boleta que encabezaba Ricardo López Murphy, Salvai entabló un vínculo privilegiado con la gobernadora. En 2007, elegida legisladora, lo llevó como asesor. Y meses después, como ministra de Desarrollo Social porteña, lo eligió jefe de asesores del ministerio.

Ahora, el jefe de Gabinete bonaerense será clave para diseñar una campaña en la cual Vidal deberá sortear el frente externo, con la fortaleza de Cristina Kirchner, y el interno, con la mala imagen de Mauricio Macri en el Conurbano.