POLITICA

Las amenazas que enfrenta el periodismo | Por Jorge Fontevecchia

El presidente de Editorial Perfil ofreció una exposición durante los "Premios a la Inteligencia y a la Libertad de Expresión". Periodismo militante y contramilitancia. El rol de PERFIL

default
default | Cedoc

Estos premios que se concederán hoy tuvieron otro origen: nacieron para estimular la calidad de los periodistas de las propias publicaciones de Editorial Perfil, premios que anualmente se continúan otorgando.
Algunos años después se agregó el primer premio externo: a la Libertad de Expresión, Nacional e Internacional. Y el año pasado el diario Perfil, coincidiendo con la fecha de su quinto aniversario, sumó los Premios a la Inteligencia cuya entrega se realizó en esta histórica Manzana de la Luces el año pasado.

La fuerza inspiradora de este lugar nos impulsó a unificar las ceremonias de entrega de los Premios a la Inteligencia con los de la Libertad de Expresión, los que antes coincidían con los premios internos a nuestros periodistas.
Esta es la primera vez que premiaremos la libertad de expresión en este lugar tan connotado con el periodismo –aquí en 1810 funcionó la redacción y la imprenta del primer diario argentino, La Gazeta dirigida por Mariano Moreno– y no puedo, entonces, dejar de dedicar estas palabras a las amenazas que enfrenta el periodismo.

Los ciudadanos de hoy poseen nuevas herramientas para juzgar a los medios:
tienen más años de estudio que la generación de sus padres y cuentan con una tecnología inimaginable a comienzo de los años 90. Sin embargo no pocos medios continúan con prácticas empresarias de épocas superadas.
El espectador emancipado no es un fenómeno sólo argentino, como lo atestigua el libro homónimo del filósofo francés Jacques Rancière. Pero en la Argentina se agrega a los cambios de época globales el uso malintencionado de los errores que cometieron los principales diarios, como por ejemplo Papel Prensa, para responsabilizar a casi todo el periodismo profesional, englobado tras el colectivo de “medios hegemónicos”, por la decadencia económica de las últimas décadas del siglo pasado y los crímenes de la propia dictadura.

En la Argentina crece la perspectiva de que la política es una confrontación de relatos
, que no existe realidad sino sólo los simulacros que construyen un hiperreal, que todas las estrategias textuales son siempre de ficción y el periodismo no es más que uno de los dispositivos de ficcionalización de la realidad, que simplemente tiene reglas de validación distintas pero nunca alcanza a lo real. En síntesis, se afirma que el periodismo se esconde detrás de la objetividad o de la independencia para hacer política de forma enmascarada. Más que nunca, entonces, el periodismo tiene que empeñarse en subir sus estándares de calidad y demostrarle a la sociedad que nos mira que contamos tanto con honestidad intelectual como con la voluntad necesaria para acercarnos a quienes nos critican, y que además somos capaces de promover el acercamiento de quienes discrepan entre sí.

La resistencia frente a este clima antiperiodístico de los principales diarios se orienta a los efectos de la lucha y no a las causas del conflicto. No pocas veces se le responde al periodismo militante con una contra militancia. Ambas posiciones son retardatarias porque las audiencias actuales y futuras se sofistican. Por eso los medios oficialistas no consiguen atraer gran cantidad de lectores, o rating en el caso de los medios audiovisuales, siendo endogámicos dentro del pequeño grupo de adherentes.
Al comienzo del kirchnerismo, cuando todos los medios eran acríticos y casi oficialistas, Editorial Perfil fue el conjunto de medios más crítico. Hoy, aportar lo que falta, es crear un nuevo repertorio de rebeldía ante la obviedad, lo burdo y lo previsible. Para lograrlo hay que provocar lo políticamente correcto tanto de un lado como del otro del antagonismo.

Editorial Perfil es mucho más joven que Clarín y La Nación pero más longeva que todos los otros medios periodísticos, su aporte generacional podría estar en ser un puente entre distintas perspectivas periodísticas.
Esta noche aspiramos a seguir recorriendo ese camino.