El ex candidato presidencial
Roberto Lavagna no se entregó ciegamente a los mandatos del matrimonio
presidencial. Su sometimiento a la flamante estructura del Partido Justicialista que
Néstor Kirchner está armando no será absoluta y total. Por lo menos, esto se deduce a partir de un
documento que entregó al ex presidente.
Fechado el 4 de enero en Carilo, el texto recoge una serie de
observaciones críticas sobre la actualidad nacional, aunque con muchas omisiones a lo que
fueron sus planteos de campaña.
El contenido del escrito trascendió hoy en un artículo publicado
La Nación, sin firma. Allí se aclara que Lavagna consideraba a otro diario como el más
indicado para publicar la noticia.
En el escrito, de acuerdo al centenario matutino, el ex ministro se mostró
preocupado la situación de la democracia, debido a la
falta de mejoras institucionales. Al reclamar que se reequilibre la influencia de
los tres poderes, pidió que el Ejecutivo use menos los poderes extraordinarios.
Planteó la necesidad de que haya
gobiernos locales con suficientes recursos propios para afirmar la federalización del
país, para lo cual haría falta una ley de coparticipación.
Sobre el PJ, indicó que es necesario un
aggiornamiento que supone
discusión interna, aceptación de minorías y voluntad de diálogo con fuerzas con otros
pensamientos.
Atento a la política internacional, Lavagna pidió que
no haya alineamientos con "compañeros de ruta" que afecten posiciones estratégicas
del país, en referencia a Hugo Chávez. Además, recalcó que el ámbito natural de la Argentina es el
Mercosur.
El ex ministro de Economía llamó a
evitar el mal de la "obediencia ciega", sobretodo "en un país que vivió la
tragedia de la obediencia debida".