¿Lázaro báez puede estar preocupado por cuestiones de caja? Aunque usted no lo crea, si. Ocurre que el supermillonario empresario, una suerte de “brazo recaudador” del kirchnerismo, tiene sobre su escritorio numerosas facturas atrasadas de los suculentos contratos de obra pública adjudicados a sus empresas.
Y como debe atender al mismo tiempo los reclamos de proveedores y trabajadores, la cuestión lo pone nervioso. Ya en enero hubo cortes de ruta de los empleados de Gotti S.A, una de sus empresas en Santa Cruz, por atrasos en el pago de salarios, y don Lázaro está en una encrucijada: debe presionar para cobrar, pero sin cruzar el peligroso lìmite de hacer enojar a Néstor K, circunstancia que podría terminar con su próspero presente.
Cuenta nuestra siempre bien informada sección Espía que la cantidad que el gobierno le debe al empresario (en rigor, que le debemos todos los argentinos), es de impactantes nueve cifras...