La presidenta Cristina Fernández arribó esta tarde a Santiago de Chile, para participar de la
reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNAUSR),
convocada de urgencia para analizar la compleja situación de Bolivia. En tanto, en
Argentina manifestantes bolivianos marchan por la avenida Corrientes hasta la embajada de su país
para apoyar a Evo Morales.
Fernández de Kirchner pisó suelo trasandino a las 16, y de inmediato se trasladó al Palacio
de la Moneda, donde se desarrollará la cumbre regional, encabezada por la presidenta de Chile,
Michelle Bachelet.
Los gobiernos de la UNASUR
acordaron impulsar la constitución de una mesa de diálogo en Bolivia y
dieron un cerrado apoyo a la legitimidad democrática del presidente Morales.
La iniciativa, que requiere la firma de los presidentes del bloque, será coordinada con la
Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario general, José Miguel Insulza, viajará el
miércoles a La Paz, probablemente acompañado por delegados nacionales.
La opción cobró fuerza luego de que el propio gobierno boliviano aceptó que UNASUR acompañara
sus negociaciones con la oposición, según reveló el canciller chileno, Alejandro Foxley.
"(El objetivo) es ofrecer un acompañamiento de un proceso que conduzca a un diálogo continuo
y permanente entre las partes en conflicto en Bolivia", agregó el jefe de la diplomacia chilena.
Por su parte, Insulza opinó que era imposible demorar las acciones diplomáticas. "La
situación se ha ido agravando y hemos llegado a un punto en que o se acuerda un inmediato fin de
las hostilidades y se pasa a la negociación, o la situación se puede volver irreversible", dijo.
En tono aún más enérgico, el presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció en Chile la
existencia de una "conspiración internacional" contra el gobierno de Morales. "Hay en marcha una
conspiración internacional, una conspiración facturada y dirigida por el imperio norteamericano,
tal cual ocurrió aquí en Chile (contra Salvador Allende)", dijo.
Pero dio a entender que esta vez habrá una acción coordinada de los gobiernos, en su mayoría
de izquierda en la región. "Las cosas han cambiado", advirtió.
Sus palabras fueron revalidadas por el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, apenas pisó
suelo chileno. "Aquí vamos a ver si la integración es verdaderamente efectiva o puro bla bla",
sostuvo en el aeropuerto de Santiago.
"Todos sabemos lo que está pasando en Bolivia, aquí no caben fariseísmos, los fantasmas que
creíamos desterrados de la región vuelven a aparecer en otras formas, con otras vestimentas, como
otros espectros, pero son los mismos fantasmas de antaño, jamás vamos a aceptar las dictaduras,
rompimientos del orden democrático", remarcó.
Por su parte el mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez afirmó al llegar a Chile: "Hay un
compromiso de seguir trabajando fuerte para que la institucionalidad democrática, para que el
respeto, para que la tolerancia, la paz y la solución pacífica de las controversias que podamos
tener los países hermanos de América del Sur se solucionen por esa vía".
Ante el cerrado respaldo a Morales y la institucionalidad democrática, la oposición boliviana
pidió hoy a los presidentes de la UNASUR escuchar sus demandas y no tener una visión unilateral.
Desde Bolivia, Cossío pidió una audiencia, pero la opción, sin embargo, fue desechada por el
canciller chileno, quien dijo que la reunión de UNASUR era de presidentes.
Fuente: DyN y AFP