POLITICA
amigo presidencial

Los Caputo: política, negocios y ayuda social

‘Nicky’ es empresario y cónsul de Singapur, de donde volverá el mes próximo para aprobar el armado electoral de Cambiemos. Agustina quiere practicar asistencialismo en el Conurbano.

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Cena. El lunes, en Conciencia, Caputo charló con Manes, posible candidato de Cambiemos. | Marcelo Silvestro

El lunes por la noche, en la cena anual de la fundación Conciencia, no paraba de sonreír. Estaba sentado en una de las mesas principales y había llegado solo. A su lado, el neurocientífico Facundo Manes, uno de los hombres que podría ser candidato en la Provincia. En esa misma mesa estaba otro Facundo, Moyano, y los ministros Rogelio Frigerio y Carolina Stanley. A ellos se les sumaba Alejandro Macfarlane, el empresario del sector energético. Nicolás “Nicky” Caputo, el mejor amigo del Presidente, sigue siendo un hombre clave para entender al macrismo y, acaso, el esquema de poder que armó el Gobierno. A un mes del cierre de listas, en el macrismo apuestan a que, en las últimas horas, vuelva a la “mesa chica” que sólo visita una vez por mes. Desde allí emanarán los nombres y los vetos para la boleta.

Sin embargo, desde que su amigo llegó a la primera magistratura se mantiene alejado del día a día y casi no concurre a Olivos. Teme ser considerado el “Lázaro” de Macri y optó por refugiarse en sus negocios en la construcción y en el sector energético. Alguna vez soñó con emular a Cristóbal López y comprar un canal de TV (Telefe estuvo cerca) pero prefirió refugiarse. A tal punto que mudó sus oficinas de Paseo Colón, a metros de la Rosada, a otras más lejanas.

Las cenas sociales son un hábito para Caputo. En una de ellas, el año pasado, se topó cara a cara con Elisa Carrió. “¿Por qué me pegás tanto?”, le dijo. “Porque hago política”, respondió, irónica, la diputada. Luego vino una serie de charlas con Macri. Hace tiempo que Lilita no habla de él.

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Entre sus planes, el lunes hablaba con ganas de su próximo viaje a Singapur junto a Macfarlane, quien tras vender Edelap se quedó con el 31,5% de Camuzzi Gas Inversora. El país asiático es la nueva meca de Nicky: el 10 de marzo se transformó en cónsul, ad honorem, de ese país en Buenos Aires.

Agustina al poder. Nicolás vive en Benavídez con Agustina Lhez, su segunda mujer y con quien tiene un hijo (Félix). Ella no es una desconocida en el ámbito de poder: el festejo de su último cumpleaños fue motivo de una suerte de cumbre PRO. Hasta allí llegaron desde el Presidente pasando por Horacio Rodríguez Larreta (su mujer, Bárbara Diez, animó la boda de Nicolás), hasta el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Esa noche Macri escuchó reproches, en tono de broma, de Ritondo. Habían pasado horas desde que Carrió se había despachado contra él por la Bonaerense.

Como sea, Agustina es la compañera de Caputo. Durante el segundo mandato del PRO en la Ciudad se entusiasmó con realizar acciones sociales. Se transformó en la madrina de una humilde parroquia de Barracas. Incluso, armó una gala de recaudación para que, con esos fondos, pueda construirse un polideportivo. Tan entusiasmada quedó que por estos días les pidió a los funcionarios de Desarrollo Social que quería hacer lo mismo en una iglesia del Conurbano.

Tiempo atrás, Agustina sufrió una grave lesión esquiando. Fue casi un motivo de Estado para Macri y sus funcionarios.

 

Un ‘mediador’ del macrismo

La figura de Nicolás Caputo sobrevoló durante los ocho años de Mauricio Macri en el poder. Tanto para las decisiones trascendentes como para el cierre de listas siempre aparecía, a último momento, la mano de Nicky. Fue clave para que Gabriela Michetti sea candidata a vicepresidenta, a pesar de la feroz presión que ejerció en 2015 Marcos Peña para ocupar ese lugar.

También siempre fue un “mediador” entre distintas alas del macrismo. Por caso, era quien mediaba entre Emilio Monzó, el armador político de Cambiemos, y Peña junto a Jaime Duran Barba. Ese balance hoy no existe y, acaso por ello, el jefe de Gabinete tiene una centralidad inédita en el mapa de decisiones.

También era quien hablaba con los peronistas: el vicejefe porteño, Diego Santilli y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, lo consideran “un amigo”. En 2011 Nicky apostó al “colorado” como candidato a vicejefe (le ganó María Eugenia Vidal) y en 2013 fue él mismo quien le ofreció ser senador. Tiene vínculos con intendentes, como Néstor Grindetti (Lanús) y hasta chatea con Sergio Massa.