POLITICA
Nuevo polo opositor

Los gobernadores hicieron catarsis "anti K" en Buenos Aires

De la mano de Uñac, Manzur y Schiaretti, los mandatarios acordaron un discurso común para no quedar relegados en el reparto de fondos. La tardanza de Alicia Kirchner y las carpetas de Pichetto. Fotos.

Los gobernadores hicieron catarsis
La reunión también fue una respuesta al discurso dominical de Cristina Kirchner tras las elecciones | Télam

La primera reacción del peronismo a la derrota colectiva del domingo pudo verse este jueves, cuando la mayoría de los gobernadores se reunieron en Buenos Aires para hacer catarsis y unificar el discurso que tendrán ante Mauricio Macri la semana que viene. Pocos de los jefes provinciales del PJ quedaron bien parados tras el “tsunami amarillo”. Uno de ellos fue el sanjuanino, Sergio Uñac; y el otro, el tucumano Juan Manzur. Los dos lideraron, junto al cordobés Juan Schiaretti (que perdió, pero mantiene buena imagen en su provincia), la reunión en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), el búnker de los mandatarios.

La reunión también fue una respuesta al discurso dominical de Cristina Kirchner tras las elecciones: la expresidenta se endureció, advirtió que fue la más votada, e insinuó que la renovación del peronismo la necesita como líder. Era algo que los mandatarios no querían oír, acostumbrados al destrato de “la señora”, como la llaman. 

Domingo Peppo y el vice de Juan Manuel Urtubey, Miguel Iza, hicieron su descargo fulminante contra el kirchnerismo, cuyas listas por afuera del peronismo los perjudicaron tanto que, aún habiendo ganado en las PASO, perdieron en la general. En Chaco y Salta Cambiemos no sacó más votos entre una elección y otra. Lo que pasó fue que el peronismo perdió caudal a manos del kirchnerismo.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Estaban en esa catarsis cuando llegó, más tarde de lo pactado, la santacruceña Alicia Kirchner. “Ahí bajó un poco el sesgo antikirchnerista de la reunión, pero igual ella no podía decir nada. Y de hecho estuvo casi toda la reunión en silencio”, explicó uno de los presentes a PERFIL.

El que hizo los deberes para seguir siendo el nexo “indispensable” de los gobernadores con el Congreso fue el senador Miguel Ángel Pichetto. Les llevó a los mandatarios -y a los representantes de los ausentes- varias carpetas con la distribución de los recursos federales a las provincias prevista para 2018, y puso especial énfasis en el fideicomiso que se armará con las obras que tienen financiamiento internacional. En otras palabras, les acercó la información que necesitan para discutirle al gobierno el reparto del dinero. Es un tema sensible, porque muchas provincias están en rojo, y temen que la Corte Suprema le de un respaldo a la bonaerense María Eugenia Vidal, que pidió más recursos para el Fondo del Conurbano.

“Miguel les llevó también cómo afecta a cada provincia cada decisión del gobierno en materia económica”, manifestó otro concurrente. La presencia de Pichetto es la garantía de que los gobernadores no delegarán en el kirchnerismo el manejo del Congreso. Y tampoco el del Partido. El poder de los gobernadores será “parlamentario”. Las conversaciones para tener tropa propia y generosa en la Cámara de Diputados (lo del Senado está más resuelto) empezaron hace rato. Se definirá después del recambio. Sobre la detención de Julio de Vido fueron unánimes: ninguno dijo nada.