Los gremios festejaron pero hay dudas sobre la forma de continuar la protesta
Barrionuevo aparece como el principal impulsor de un nuevo paro, en este caso por 36 horas. Otros advierten sobre los riesgos de abusar de la medida. Se define en mayo.
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Julio Giustozzi
Tras el paro, la CGT de Hugo Moyano y sus aliados entrarán en un compás de espera antes de volver a apostar a otra medida de fuerza. Mientras tanto, al interior de la coalición obrera que integran el líder camionero, Luis Barrionuevo, la CTA de Pablo Micheli y la izquierda, ya se debate cómo seguir y, en particular, cuándo volver a jugar políticamente.
Según confiaron fuentes sindicales a PERFIL, los dirigentes gremiales aguardarán hasta mitad de mayo para emprender una nueva acción contra el Gobierno.
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Ayer hubo cruces telefónicos evaluando los alcances del paro. La mayoría se mostró conforme y ninguno se atrevió a lanzar una nueva huelga, que se presume sería por 36 horas. El único que se inclinó por intentar ponerle una fecha a una nueva medida de fuerza fue Luis Barrionuevo (gastronómicos).
“Vamos a esperar un tiempo prudencial, no queremos hacer algo descabellado”, explicó a este diario uno de los sindicalistas.
Por lo pronto Omar Maturano, de la Fraternidad (maquinistas), Roberto Fernández (UTA, colectiveros) y Gerónimo “Momo” Venegas (Peones Rurales) acordaron esperar hasta reunirse, nuevamente, con Hugo Moyano.
En este contexto, en la CGT Azopardo, que conduce el camionero, evaluaban que fue una buena demostración de poder pero que hubiera tenido mayor impacto en la clase media si la economía hubiera estado peor. Para la CGT no oficialista, además, fue un mensaje para los presidenciales. “Le recuerdan que van a tener que negociar con ellos para poder gobernar”, evaluó un diputado del PJ con nexos con la central obrera. Por este motivo, según las fuentes, la alianza entre Moyano y Barrionuevo seguirá con la idea de darle un sentido de unidad.
Hacia adentro del sindicalismo el impacto fue mayor. La CGT oficial de Antonio Caló quedó golpeada ya que no pudo contener un paro general de transporte. Dos de los gremios que más impacto tuvieron fueron los ferroviarios y los colectiveros. Ambos están enrolados en la CGT oficial pero enfrentados políticamente al Gobierno. ¿Podría calmar los ánimos una suba en Ganancias? Maturano adelantó a PERFIL que “no alcanzaría”. A pesar de ello, dijo que todo podría cambiar si los llaman. “Aunque no nos llame la Presidenta, vamos a esperar a ver si hay un interlocutor con el Gobierno”, apuntó.
¿Qué otras medidas de fuerza se pueden esperar? En la CGT deslizaron que podría haber inconvenientes en los sindicatos que aún negocian su propia paritaria pero que, a nivel global, esperarán.
