POLITICA
problemas judiciales

Los hijos del poder K, cada vez más complicados

Esta semana, se confirmó que los dos Kirchner y tres de los Báez serán llevados a juicio oral por la causa Los Sauces. Tres de los cinco hijos de De Vido, en tanto, fueron allanados. Siguen los hijos de Cristóbal, Alicia y Jaime.

default
default | CEDOC

Esta semana los hijos de los ex presidentes Néstor y Cristina Kirchner, los del ex ministro Julio De Vido y los del empresario y presunto testaferro Lázaro Báez tuvieron malas noticias judiciales. Máximo y Florencia Kirchner, y Luciana, Leandro y Martín Báez confirmaron que irán a juicio por el caso Los Sauces. En tanto que la causa que involucra a Santiago, Facundo y Valeria De Vido, por presunto enriquecimiento ilícito, avanzó con una serie de ocho allanamientos a propiedades vinculadas a ellos. Sus casos no son una excepción el universo K y parecen ratificar los dichos de Elisa Carrió, quien siempre hizo alusión a que el kirchnerismo cruzó un límite al involucrar a sus hijos en sus maniobras. El derrotero judicial también tiene como protagonistas a los descendientes de Cristóbal López, Ricardo Jaime y hasta a la hija de Alicia Kirchner, la fiscal Romina Mercado.
El miércoles se conoció la elevación a juicio de Los Sauces, el expediente que involucra a más hijos kirchneristas. Están desde Máximo y Florencia hasta su prima Romina Mercado, pasando por Luciana, Leandro y Martín Báez. Para ninguno de ellos es la única causa en su contra. Máximo, Florencia y Romina ya están alcanzados por un escándalo similar: el de Hotesur. Mientras que los hijos de Báez ya desfilaron por tribunales, donde quedaron involucrados en el caso conocido como “la ruta del dinero K”, junto a su hermana menor, Melina. Todos ellos tienen, además, embargos e inhibiciones sobre sus sospechados patrimonios. En tanto que, en caso de eventuales condenas, quien corre con ventaja es Máximo, que actualmente cuenta con fueros que lo pueden mantener a salvo de las rejas.
Los hijos de De Vido, de perfil más bajo que los anteriores, llegaron a las primeras planas de los diarios esta semana. Fue por los ocho allanamientos ordenados en el marco de una profunda investigación patrimonial ordenada por la fiscal Alejandra Mángano, dentro de una causa por presunto enriquecimiento. La decisión de avanzar con estas últimas medidas tuvo como disparador los elementos recolectados en torno de la causa de los cuadernos de las coimas, en la que se dio cuenta de posibles movimientos de grandes cantidades de dinero a las propiedades de ellos, su padre, Julio De Vido, y su mujer, Alessandra “Laly” Minnicelli. Además de su padre, Facundo y Santiago fueron mencionados en la causa de los cuadernos de Oscar Centeno. Al primero lo mencionó Jorge “Corcho” Rodríguez, quien señaló que había conocido a Centeno a través suyo. Facundo intentó una carrera como músico y Rodríguez fue quien estuvo detrás de su impulso profesional. De hecho, en su indagatoria, frente a Claudio Bonadio, Corcho habló de las dotes artísticas de De Vido junior. Santiago, en tanto, apareció en un video filmado por Centeno. Aunque todo indica que los De Vido desfilarán en poco tiempo más por Comodoro Py, en los últimos días hicieron una aparición pública con sus performances en el trailer de El rehén, la serie sobre el ex ministro.
Oriundos de Comodoro Rivadavia, Chubut, los hijos de Cristóbal López, Emiliano y Nazareno, se enfrentan por estos días a sus primeros problemas judiciales en carne propia. A fines de agosto pasado se enteraron por los medios de que fueron citados a indagatoria por la justicia federal. Fue en el marco de la causa Agosto, que involucra a su padre y otros laderos K, como Osvaldo Sanfelice o Fabián De Sousa. Los jóvenes, que rondan los 30 años y supieron tener sin demasiado éxito las franquicias sureñas de Levis y Nike en la localidad chubutense, podrían pasar en el futuro cercano por el banquillo de los acusados junto a su padre, preso desde hace varios meses.  
Otra hija con problemas judiciales es Julieta Jaime, la hija del multiprocesado y detenido ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Fue procesada como partícipe primaria del delito de enriquecimiento ilícito. Precisamente, fue ese procesamiento el que le valió la suspensión en su cargo en la ANAC, algo que ella apeló. Alegó que se trataba de un prejuicio por “portación de apellido”, pero la Justicia no le dio la razón.