POLITICA
asamblea de la conferencia episcopal

Los obispos ratificaron la decisión de reducir los aportes que reciben del Estado

Son $ 130 millones que reciben como asignaciones y que planean resignar de manera gradual. Ojea buscó alejar las tensiones políticas: “La Iglesia no es un partido político”.

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Encuentro. La reunión de los religiosos se realizó toda la semana en la localidad de Pilar. Pidieron poner el foco en los más pobres. | prensa cea

Finalmente, la Iglesia accedió a encarar un proceso gradual de reemplazo de los aportes que recibe del Estado, que durante el transcurso de 2018 significaron $ 130 millones y para el año que viene se estima que serán alrededor de
$ 126 millones, de acuerdo con el Presupuesto. La decisión tomada durante la 116ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, que se reunió en Pilar, se dio en el contexto económico de recortes en la mayoría de las áreas que reciben aportes del Estado, pero también en el marco de un reclamo social que exige cada vez más una separación de la Iglesia y el Estado, que se profundizó con el debate por el aborto.
El cambio apuntará a las asignaciones que reciben los obispos, las becas para los seminaristas y el aporte para las parroquias de frontera pero, según supo PERFIL, por ahora no hay plazos para el cumplimiento total del traspaso que se viene negociando desde agosto. Aclararon además desde el Gobierno que se seguirá haciendo cargo del sostenimiento hasta tanto se encuentren los mecanismos adecuados que permitan el total traspaso que, seguramente, deberá ser sostenido con la aprobación de una ley.
Además del anuncio sobre el sostenimiento de parte de las obligaciones que tiene la Iglesia, la CEA realizó algunas apreciaciones de tinte político, que comenzaron el lunes con la homilía de apertura de su titular, Oscar Ojea, quien habló de las “situaciones complejas y conflictivas” que enfrentó la Iglesia como la “habilitación del debate sobre el aborto” y el “fenómeno de las apostasías” y una conclusión final que se conoció ayer sobre el final de la tarde.
“La Iglesia no es un partido político, ni del Gobierno ni de la oposición, sino que miramos la realidad desde nuestro ser pastores. Y como la miramos con responsabilidad de predicar el Evangelio y en el centro están los pobres, es natural que tengamos una preocupación particular por tantísimos hermanos que no llegan a fin de mes, que están fuera del mercado laboral y por los que más sufren”, advirtió Ojea en un video difundido por las redes sociales, en el que también expresó que junto con el papa Francisco “nosotros queremos dar una lucha sin cuartel contra la corrupción, hacia adentro y hacia afuera de la Iglesia”.
En el mismo sentido se expresó el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, quien marcó que “la vida en general en la Argentina cuesta mucho” y por eso apeló a “la solidaridad de nuestro pueblo y a la mayor sensibilidad de quienes nos gobiernan con este sector social”.
Ojea, en tanto, dio cuenta de las crecientes “críticas” que están recibiendo y luego de admitir que “en algunos casos podemos ser culpables”, se mostró a favor de recibirlas “con humildad y paciencia, pero con coraje para decir lo que tenemos que decir y estar al lado de los que debemos estar”.

“La misma realidad”

“Estamos viendo la misma realidad”, fue la reflexión que realizó el secretario de Culto, Alfredo Albriani, ante las conclusiones del encuentro de la Conferencia Episcopal sobre el tema de la pobreza y aseguró que “el Gobierno comparte la preocupación que manifiestan los obispos”.
Albriani remarcó que “estamos viendo la misma realidad y eso nos sitúa trabajando junto a la Iglesia en materia de contención social, sobre todo en el Conurbano con Desarrollo Social y el gobierno de la Provincia”. Sobre el sostenimiento de la Iglesia, el funcionario afirmó que “con estos avances se trata de buscar un cambio de paradigma en este sentido, se pasa de que el Estado ayuda a la Iglesia a que el Estado genere las condiciones para que los fieles sostengan su culto”.