POLITICA
FORMADORAS DE PRECIOS

Macri le pidió a EE.UU. que interceda ante sus empresas por la inflación

Se lo expresó al embajador en febrero. Algunos ministerios también iniciaron negociaciones. Obama irá a la cámara de comercio bilateral.

Davos. En el Foro Económico Mundial, Macri se juntó con el vice de Estados Unidos, Joe Biden. Al volver al país, el Presidente les expresó a funcionarios de confianza su preocupación por la inflación.
| Presidencia

En secreto, el Gobierno le pidió a Estados Unidos que interceda ante las empresas norteamericanas radicadas en el país para que colaboren en frenar la inflación.

Las primeras gestiones comenzaron hace varias semanas y, según pudo saber PERFIL, también fueron materia de un cordial diálogo entre Mauricio Macri y el embajador de EE.UU., Noah Mamet, a comienzos de febrero. Los diálogos reservados se dieron justo cuando comenzaba a rumorearse que Barack Obama podría venir al país. El foco de las gestiones estaba dirigido a un pool de empresas que tienen posiciones dominantes en mercados de alto impacto de consumo: las formadoras de precios.

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No bien regresó de Davos, donde estuvo con el vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, Macri reunió en su quinta de Los Abrojos a su “mesa chica” y pidió informes sobre el estado de la economía: el alza de precios estaba descontrolada (la carne como estandarte). En ese entonces, solicitó que se encaren gestiones extraoficiales y en total hermetismo para frenar abusos. Cancillería, Hacienda y Producción iniciaron los diálogos. El mensaje que llegó a las autoridades norteamericanas era claro: habrá lugar para inversiones y un nuevo formato en la relación bilateral pero sólo en el marco de una economía estable. Entre las principales empresas estadounidenses en el país se destacan Procter & Gamble, Johnson&Johnson, Clorox, Coca-Cola y Pepsi.

Ambas son parte de la AmCham, la estratégica Cámara de Comercio de los Estados Unidos, que agrupa a 613 empresas con 400 mil empleados, y que será visitada por el propio Obama.

La colaboración que le prestó el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, al ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, para cerrar el conflicto con los holdouts fue uno de los antecedentes que entusiasmó al macrismo a encarar las negociaciones.

En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Macri dejó expresada su posición: “Queremos mejorar la competencia y el funcionamiento del mercado para que nadie abuse de sus posiciones dominantes y especule contra el consumidor. Quiero ser bien claro en esto, no vamos a ser matones pero fortaleceremos la competencia”. En reuniones privadas, el Presidente asegura que la inflación bajará hacia fin de año y no superará el 25% bajo la premisa de que, con una baja en la emisión monetaria y achicamiento del déficit fiscal, el mercado se acomodará.

El primer paso, y acaso señal hacia esas empresas, fueron las multas que aplicó el Gobierno a los supermercados, en el marco de un rediseño de la estrategia de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, cuyo nuevo titular, Esteban Greco, asumió hace tres semanas. Sin “morenismos”, pero con la presión de abrir mercados concentrados o importaciones para determinados sectores.

Llega Obama. En este marco, el martes 22 por la noche está prevista la llegada de Obama desde Cuba, junto a una comitiva de 850 personas. El 23 tendrá una serie de actividades oficiales con Macri. Entre otros, se prevé que haya una reunión en la AMIA.

“Es el inicio de una relación histórica”, definen en la Casa Rosada. Macri apuntará a afianzar la llegada de inversiones. Entre otros puntos centrales, habrá diálogo por temas agropecuarios (dicen que se “liberarán” los limones, cuyas ventas a EE.UU. se interrumpieron en 2000), así como de energías renovables, Derechos Humanos y Seguridad (cooperación en narcotráfico). También, la cumbre podría ser el puntapié para otras cuestiones domésticas, como simplificar la visa para viajar o mejoras para empresas argentinas que invierten allá.

Cena de bienvenida y fotos familiares

El arribo de Barack Obama no sólo será un suceso político y económico. También significará la apertura de un diálogo inédito en los últimos 12 años en los que primó la frialdad. Acaso una muestra de ello será que el presidente de Estados Unidos no sólo llegará con una megacomitiva de 850 personas, sino que implicará el desembarco de la primera dama, Michelle Robinson, y, seguramente, de las dos hijas del matrimonio, Malia y Natasha. En este marco, Mauricio Macri aguardará a Obama con una cena de gala el mismo martes 22 a la noche y, se espera, habrá una foto familiar entre los presidentes y sus respectivas esposas e hijas.

Al otro día, la agenda estará cargada de reuniones políticas y económicas, y el 24 el mandatario estadounidense partirá hacia Bariloche, el lugar que cautivó a Michelle. No está definido dónde se hospedarán los Obama, pero una de las posibilidades es que disfruten de Cumelén, el barrio cerrado de Villa La Angostura donde Macri suele pasar unos días de descanso y donde estuvo para Navidad.

Al igual que Macri, el presidente de EE.UU. es un enamorado del golf, y allí podría disfrutar de un campo de golf de 9 hoyos, muelle propio, cancha de tenis y más de 30 hectáreas de bosques.