POLITICA
Apertura de sesiones

Macri vuelve al Congreso con el objetivo de que no sea la última vez

Según anticipan, no esquivará la cuestión económica, pero insistirá con la idea de que hoy hay “bases más sólidas”, concepto al que apeló tanto en 2017 como en 2018. Un repaso del primer mandato, con la mira puesta en que haya un segundo.

Mauricio Macri sesiones ordinarias 2018
Mauricio Macri en el Congreso Nacional el 1 de marzo de 2018 | Pablo Cuarterolo

El presidente Mauricio Macri brindará este viernes su cuarto discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso con un claro objetivo: que no sea el último. Para eso, se prevé que el Presidente plantee un repaso de los cuatro años de gestión e insistirá con la idea de que, a pesar de la crisis económica, se están sentando las “bases sólidas para crecer a largo plazo”.

Desde la Casa Rosada afirman que en el discurso, que durará entre 45 minutos y una hora, Macri no esquivará la cuestión económica, que tantos dolores de cabeza le viene generando. Por el contrario, volverá a recurrir a un concepto que ya lanzó en su discurso de los últimos dos años: que la economía ahora está sobre bases más firmes. “La economía ahora está mejor preparada para crecer que lo que estaba en 2015”, repiten en el macrismo.

En 2017, en el mismo sillón, afirmó que en 15 meses su gobierno había “echado bases para construir un país en serio”. Anticipó que ese año sería mejor que el anterior (algo que sucedió), pero que lo mismo pasaría en 2018 (algo que no sucedió). “Cada año vamos a estar mejor porque estamos sentando bases sólidas y duraderas”, resumió ese día. En 2018 recordó el concepto, habló de un “crecimiento invisible” y usó la analogía de los pilotes de un edificio que se empieza a construir. “Cada transformación está hecha sobre bases firmes y va durar para toda la vida”, se ilusionó.

Esta vez, explicará que el cimbronazo significó una “demora” en ese proceso de “transformación”, pero el discurso macrista no se va a escapar de la idea de “normalidad”. En el Gobierno suelen enumerar al equilibrio fiscal, el dólar flotante y el freno de las transferencias del Banco Central al Tesoro Nacional como parte de esos pilares de una economía “mejor preparada”. Donde no va a poder dar muchas respuestas es en materia de inflación.

Fuera de lo económico, Macri enumerará cuestiones vinculadas a la obra pública, el combate contra el narcotráfico, la recuperación del aparato energético y la famosa “vuelta al mundo”. Todos temas en el que el Gobierno se siente más cómodo e intentará instalar de cara a la campaña electoral.

En Casa de Gobierno no quisieron dar muchos anticipos de los proyectos de ley que impulsará el Presidente ante los diputados y senadores. Se da por descontado que insistirá con la ley antibarras, el financiamiento partidario, el régimen penal juvenil y políticas migratorias vinculadas a la seguridad que ya fueron anticipadas por funcionarios del Gobierno.

También se prevé que plantee la necesidad de debatir un nuevo Código Penal, cuyo anteproyecto descansa en la Rosada a la espera del momento ideal para mandarlo. Incluye cuestiones vinculadas al aborto, por lo que lo más probable es que no termine siendo presentado en plena campaña electoral. El año pasado, Macri sorprendió al plantear la necesidad de que se debata en el Congreso la legalización del aborto. Eso no se volverá a repetir, aunque cuestiones de género prometen ser de la partida.

“Este discurso no tiene que ver con la campaña”, se escucha en despachos oficiales. Pero a la hora de armar el discurso todo tiene que ver con la caza de votos. En frente tendrá a los legisladores, pero los verdaderos destinatarios del mensaje son los desencantados, esos que creyeron que se estaban construyendo bases sólidas, que aceptaron años de dificultades económicas, pero que en 2018 dejaron de creer. Cambiemos los necesita convencer, para que Macri pueda estar el 1 de marzo de 2020 abriendo otro período de sesiones ordinarias. Algo para lo que hoy falta una eternidad.