POLITICA
No les gusto la ambientacion de CFK

Macri y Awada quieren redecorar Olivos y se mudarán en febrero

“Necesito sentir que es mi casa para dormir ahí”, confesó la primera dama a su círculo íntimo. Mejorarán la sala de prensa.

Debut. El presidente Mauricio Macri usó por primera vez ayer la quinta para recibir a los gobernadores. El encuentro fue en la Sala de Convenciones. (1) Abrazo con el santafesino Miguel Lifschitz. (2)
| Marcelo Aballay

A pesar de que ayer tuvo en el lugar su primera actividad como presidente, Mauricio Macri decidió que, hasta febrero, no se mudará a la quinta de Olivos. Ni siquiera ayer se quedó a pasar la noche en la residencia, luego de la reunión con los gobernadores.

Entre otras cuestiones, en el macrismo confiaron que no le gustó ni a él ni a su mujer, Juliana Awada, la forma en que había sido decorada la residencia y que planean, en principio, realizar algunos arreglos.

Necesito sentir que es mi casa para dormir ahí”, le confesó Awada a su círculo íntimo, y les adelantó que redecorarán la casa y también gran parte de los inmensos salones que componen la residencia. En el entorno presidencial aseguran que les costará dejar su actual departamento que compraron juntos poco tiempo después de tomar la decisión de casarse.

“No va a estar en un lugar donde Juliana esté incómoda”, explicó a PERFIL uno de los colaboradores del PRO.

Para Macri dormir en un ámbito “familiar” es central: necesita que haya un cuarto para su pequeña hija, Antonia, con sus juguetes así como otros para los otros tres hijos mayores (Agustina, Gimena “fideito” y Francisco) y para Valentina, la hija de la primera dama. Por ello, por ahora, seguirá intercalando sus días entre su departamento en Palermo, sobre la Avenida Libertador, con la quinta Los Abrojos, en Malvinas Argentinas, donde descansa hace 50 años.

Los arreglos en Olivos no se circunscribirán a la residencia en sí misma: la sala de conferencias de prensa será mejorada y prevé redecorar las salas de reuniones así como la oficina contigua diseñada especialmente para encuentros de gabinete.

De hecho, durante el año, el Presidente seguirá pasando sus fines de semana en su “lugar en el mundo”, su quinta en Malvinas Argentinas. A tal punto que ayer pasó parte de la jornada allí, disfrutando de sus instalaciones: paddle (con un césped especial para evitar dolores de rodilla), cancha de fútbol y piscina.

Por lo pronto, ayer en Olivos se podían ver las flores amarillas que le dejó de “regalo” Cristina Kirchner cuando dejó el poder. Salvo por un dato: ni el amarillo es su color preferido ni Juliana había pensado en ese color para las flores de la residencia.

El regreso de la sala de periodistas

Los empleados de la residencia de Olivos miraban con curiosidad. Comentaban que, en muchos años, no había tanto movimiento: desde gobernadores hasta, obviamente, periodistas.

En este marco, Macri aprovechó el clima distendido, y la presencia de los medios, para lanzar un chiste: “¿Encontraron el camino a la sala de prensa o se habían olvidado dónde quedaba?”, dijo no bien llegó a una sala acondicionada con sillas y escenario. Es que, tras 12 años en desuso, la sala de conferencias de prensa estaba prácticamente en estado de abandono. Según contaron a PERFIL desde el equipo de Comunicación, esa sala, contigua al viejo estacionamiento hoy convertido en la Sala de Convenciones donde almorzaron Macri y los gobernadores, hubo que retocar el audio. También hubo un refuerzo de las luces.