POLITICA
sin efecto

Macri y Massa le ponen el freno a un posible acuerdo post octubre

Pese a que venían manteniendo contactos fluidos, de ambos lados empezaron a relativizar la necesidad de trabajar en conjunto.

De espaldas. Los presidenciales enfriaron sus contactos y ni se habla de un gabinete conjunto.
| Cedoc Perfil

Como un noviazgo que va y viene, Mauricio Macri y Sergio Massa, tras comenzar a explorar un camino común de cara a un posible ballottage, freezaron su relación esta semana.

El último cruce, la semana anterior, por Blackberry messenger entre “M” y “Sergio Massa” (sus nicks en el mensajero), había sido más que cordial: empezaron a tantear un acuerdo post octubre.

La buena sintonía se había materializado también en el Council of Americas, cuando se cruzaron de manera personal: se tiraron flores mientras saludaban a los empresarios más importantes del país, en el Hotel Alvear, hace tres semanas.

Hoy, la relación se enfrió. En el macrismo aseguran que el candidato de Cambiemos se disgustó cuando escuchó críticas feroces de Massa, a pesar de que en su teléfono celular proponía pensar en un futuro conjunto.

Hoy en el PRO hay quienes le susurran a Macri que, por ahora, no conviene armar un acuerdo con el Frente Renovador. Entre ellos, su armador político, Emilio Monzó, y el secretario general Marcos Peña. Ambos se convencieron de que Massa está buscando los votos de Cambiemos. Incluso, hay quienes dudan si mantiene algún acuerdo con Daniel Scioli.

Por las dudas, la semana pasada, el asesor estrella del PRO, Jaime Duran Barba, puso paños fríos: le aseguró a Macri que el escenario electoral no cambió desde agosto, que cada espacio conserva el grueso de sus votos como frente y que el FpV no llega aún a ganar en primera vuelta.

Desde el massismo, por su lado, confiaron a PERFIL que el líder del Frente Renovador asegura entre los suyos que el vínculo no se resuelve con “un café y una foto”, y que se sintió, en varias oportunidades, “manoseado” por las idas y vueltas del macrismo. “Yo no soy empleado de Macri para que se enoje”, se escuchó en Tigre en las últimas horas.

Paralelamente, cerca de Massa negaron que en esas charlas informales se haya abierto una negociación sobre un futuro gabinete compartido –los rumores señalaban acuerdos en Economía y Cancillería–.

A pesar de que la relación se enfrió, dos hombres de confianza de Macri intentan recomponer el vínculo, actualmente quebrado. Uno de ellos es Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno electo, quien volvió a la arena política (viaja todos los lunes a Santa Fe y está a cargo de la campaña porteña a diputados), quien es amigo de Massa desde hace más de 15 años. El otro es el intendente de Vicente López, Jorge Macri, primo del líder del PRO, a quien apodaron “Jorge Massa” por su intensa cercanía con Tigre.

Tridente indomable. Mientras las charlas con Mauricio Macri están abiertas, dentro del espacio de Sergio Massa surgió un trío de dirigentes de peso que insisten en que no es conveniente un acuerdo con el PRO.

En ese lote están Roberto Lavagna, Felipe Solá y José Manuel de la Sota, quienes le dicen al ex intendente de Tigre que lo más conveniente es seguir avanzando sin el jefe de Gobierno. En Tigre aseguran que el caso Niembro impactó en la imagen de Macri y que hoy no alcanzaría los 30 puntos.

En ese marco, Massa prepara un acto en el estadio Orfeo de Córdoba junto a De la Sota.

Allí intentará avanzar con sus propuestas de Gobierno vinculadas a dos grandes ejes: seguridad y educación. El tigrense siente que creció en las últimas semanas y se ilusiona con alcanzar a Macri en el final de la campaña captando parte del voto opositor que se le escurrió en las PASO. Al menos, eso le susurra su asesor Sergio Bendixen.