La imagen quedó grabada como una de las escenas icónicas de la violencia política nacional. El protagonista era Emilio Quiroz, alias “Madonna”, de la fuerza de choque del gremio de Camioneros y que trabajaba como chofer de Pablo Moyano. Las cámaras de televisión lo tomaron en el momento justo en que disparaba su pistola Bersa calibre 9 mm en el acto del 17 de octubre de 2006, en el que debían trasladarse los restos de Juan Domingo Perón a la histórica quinta de San Vicente.
Los destinatarios de las balas de Madonna formaban parte de una facción de la Uocra, liderada por Juan Pablo “Pata” Medina. Tras el escándalo sindical, que terminó ese 17 de octubre con un homenaje fallido para el tres veces presidente, Madonna deambuló por los tribunales. Declaró que disparó para “evitar un mal mayor”, y en 2011 un tribunal platense lo condenó a dos años y seis meses de prisión por abuso de armas y daño calificado, aunque con esa sentencia Quiroz logró evitar la cárcel. Desde entonces rearmó su vida.
Madonna vio esta semana por televisión cómo se llevaban detenido a su enemigo Pata Medina. Su presente está muy alejado de la violencia sindical de 11 años atrás, aunque sigue trabajando para el gremio de Camioneros.
Ya no es uno de los hombres que secundaban a Pablo Moyano, y se alejó del frente de lucha. Aunque forma parte de una de las pasiones de la familia Moyano: Quiroz pasa sus días en el club Camioneros, que milita en el ascenso de la AFA. Fue uno de los encargados de seguir de cerca la construcción y el mantenimiento de la sede y el estadio –bautizado “Hugo Moyano”– que la institución, fundada en 2008 por la familia del líder de los camioneros, tiene sobre el Camino de Cintura, en el partido bonaerense de Esteban Echeverría. A su pasión por Independiente, club del que es hincha fanático, Madonna le sumó desde hace un tiempo el oficio de la dirección técnica. Estuvo al frente de los equipos femeninos de Camioneros y actualmente es ayudante de campo del futsal. Justamente, allí conoció a su pareja, quien juega al fútbol femenino en el verde. A pocos días de cumplirse un nuevo aniversario de aquel violento 17 de octubre en San Vicente, Quiroz celebra entre los suyos su radical cambio de vida.
