Si el proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura se convierte en ley, el kirchnerismo se aseguraría, en caso de ganar las elecciones de 2013, el número necesario para designar o echar jueces a su criterio. Así, cambia el esquema que rige en la actualidad, donde los acuerdos y consensos son necesarios.
En el actual Consejo, de 13 miembros, hay siete kirchneristas y seis no kirchneristas, número que fue fluctuando en los últimos años. Para designar una terna de jueces o removerlos, se necesitan dos tercios de los votos (nueve consejeros).
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El nuevo órgano, de aprobarse, contará con 19 miembros, 12 de los cuales serán electos por el voto popular: tres jueces, tres abogados y seis académicos (la mayoría se queda con dos tercios y la segunda minoría con el restante). Así, el partido que gane la elección se garantiza ocho consejeros. Si se le suma el representante del Poder Ejecutivo y los cuatro legisladores (por ser mayoría), el kirchnerismo llegaría a 13 consejeros. En el nuevo Consejo apenas necesitará diez miembros para tener quórum. Y podrá aprobar lo que quiera ya que ahora sólo hará falta el voto de la mitad más uno de los presentes.
Esta situación, como las elecciones de consejeros a partir de 2015 se atarán a la elección presidencial, beneficiaría a todos los futuros gobiernos. Como el corte de boleta en el país es bajo, el que gane como presidente tendría mayoría en el Consejo, aunque no tuviera mayoría parlamentaria.
Además, como la composición actual tiene mandato hasta 2014, durante un año podrían convivir hasta 25 consejeros. En ese contexto, el kirchnerismo, que probablemente será la fuerza que más votos sacará en todo el país, llegaría a 15 consejeros propios.
