POLITICA

Martínez fue "llevado por desconocidos"

Tras la aparición del testigo clave en esta madrugada, su abogada aseguró que fue secuestrado. Garré aseguró por Twitter que lo encontraron.

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Víctor Martínez, un testigo clave en una causa que intenta determinar si un obispo fue asesinado por la dictadura, apareció esta madrugada en el barrio porteño de Liniers luego de que, según su abogada, fuera "llevado" secuestrado por desconocidos.

"Fue llevado por gente que desconocemos. Por lo que él pudo decirle a la esposa, fue mantenido en una habitación. No ejercieron la fuerza con él, le decían qué decir, le daban pastillas, ansiolíticos, para mantenerlo semi-inconsciente", indicó Gabriela Scopel, abogada de Víctor Martínez.

Martínez fue encontrado caminando sin rumbo y presuntamente confundido en la avenida Rivadavia, en el cruce con la General Paz, donde pidió asistencia a una persona que consiguió el auxilio policial y fue trasladado a la comisaría 11 de Caballito. El hombre recibió asistencia de un médico policial que corroboró que, si bien presentaba un buen estado físico, se encontraba estresado y confundido.

En declaraciones radiales, la abogada sostuvo que a Martínez "parece que lo liberaron" por "la gran difusión que se ha hecho por parte del ministro de Justicia Julio Alak y la gente que secunda a la ministra de Seguridad, Nilda Garré". "Los médicos le recomendaron reposo, le hicieron los análisis y lo tuvieron en observación. Cuando pueda estar un poco más lúcido, sabremos algo más", prosiguió.

Según fuentes allegadas a la investigación, fue interceptado el lunes último en Pringles y Estado de Israel, Villa Crespo, donde desconocidos lo subieron a un auto y luego de una hora de viaje lo introdujeron en una casa, aparentemente en el conurbano.

Anoche, cerca de las 23, se comunicó con su esposa para decirle que lo habían dejado en Rivadavia y General Paz, tras lo cual se dirigió a la seccional 11 y fue revisado por un médico.

Martínez, de 52 años, estaba desaparecido desde el último lunes y el Gobierno pidió colaboración a la sociedad para localizarlo, ante el temor que el hecho pueda convertirse en un nuevo "caso López".

El hombre tenía 19 años cuando asistía como conscripto al entonces obispo de San Nicolás Carlos Horacio Ponce de León, un religioso que murió, según se sospecha, en un accidente de tránsito planeado. Martínez sobrevivió a aquel hecho ocurrido el 11 de julio de 1977 y declaró como "testigo clave" en la causa que tramita el juez federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo para esclarecer si el obispo pudo haber sido víctima de atentado y, por lo tanto, de un crimen de lesa humanidad.

En esa causa el principal imputado es el ex teniente coronel Manuel Fernando Saint Amant, procesado en varias causas de desaparición forzada de personas, se indicó.