POLITICA
ante una eventual segunda vuelta

Massa le fijó límites al acercamiento a Macri y dijo que es sólo para la reforma electoral

Retomaron el diálogo tras los incidentes en Tucumán. El candidato del PRO aseguró que estaban “trabajando en conjunto”.

Sarkozy, de París al Four Seasons porteño.
| Cedoc

Luego de varios meses sin diálogo, Mauricio Macri y Sergio Massa reflotaron su vínculo.

Con mensajes de texto y hasta un par de llamados, los contactos giraron en torno a la reforma electoral y la fiscalización. Pero cuando el macrismo comenzó a insinuar que el diálogo podía incluir un entendimiento más amplio después de octubre, Massa remarcó enfáticamente las diferencias que lo separan del PRO y acotó el acercamiento a la búsqueda de una reforma electoral.

Fue el propio jefe de Gobierno porteño el que ayer aludió al acercamiento: admitió en diálogo con radio Vorterix que “está trabajando en conjunto” con su rival del Frente Renovador.

La frase tomó vuelo hasta que Massa la bajó de un hondazo. En diálogo con PERFIL, el candidato del Frente Renovador dijo que, en rigor, se trata sólo de “una discusión  coyuntural por la reforma del sistema electoral”. Y negó un pacto post octubre para trabajar juntos: “Tenemos demasiadas diferencias, ellos creen en las AFJP y yo no. Yo si pierdo no me voy a Italia. Represento cosas muy diferentes a Macri”.

Según pudo reconstruir PERFIL, el más massista de los hombres del PRO, Jorge Macri (intendente de Vicente López), fue quien intercedió entre ambos. En especial para que su primo “aflojara” su percepción sobre Massa. Por ello, el año pasado, y a modo de broma, la “mesa chica” del partido lo apodó “Jorge Massa”, justo cuando coqueteó con pasarse al Frente Renovador.

Tras perder en Santa Fe –en una elección polémica– y con el caso Tucumán latente, el jefe de Gobierno se convenció de que había que ir en busca de “la política” y que el ex intendente de Tigre podría llegar a ser clave en una eventual segunda vuelta.

“Ahora me valoran cuando durante un año entero me hostigaron. Que Macri diga si está dispuesto a apoyarme si paso a la segunda vuelta. La construcción de confianza es un camino de ida y vuelta”, disparó Massa para fijar límites.

A Macri no le fue fácil tampoco: le costó sacarse una foto con el líder del FR, en especial tras la frustrada negociación que habían encarado a comienzos de año Emilio Monzó, armador político y ministro de Gobierno, y Nicolás Caputo, empresario y amigo íntimo del ex presidente de Boca, para acercarlos en un eventual acuerdo electoral.

“Mauricio está pensando en octubre, se dio cuenta de que Sergio es un eventual aliado y no podía maltrarlo”, explica uno de los armadores del espacio.

Por ahora, aseguran en el macrismo, no habrá una foto conjunta, sino un par de reuniones privadas con objetivos puntuales: primero, mostrar que está dispuesto a negociar algún esquema de poder con criterios comunes que le permitan sumar a quien llegue a la segunda vuelta. Segundo, anudar criterios conjuntos para fiscalizar, en especial en el norte del país, donde Daniel Scioli sacó mucha ventaja. En ese contexto la candidata a vicepresidenta Gabriela Michetti, junto a Alejandro “el ruso” Rabinovich, ya se había mostrado en Tucumán, y promete ir a las zonas donde necesita reforzar la performance electoral.

Por su parte, el consejo que viene escuchando Macri de su asesor Jaime Duran Barba es claro: evitar más fotos pero no embarrarle la cancha a Massa ya que, según las encuestas, es el garante del ballottage. Incluso el asesor ecuatoriano le dijo que es “un dirigente valioso” si llega a la Casa Rosada.


Vidal y los “intendentes”
La gran sorpresa de las PASO, la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal, tiene pensado reforzar su estrategia para intentar pelear palmo a palmo con Aníbal Fernández y, a la vez, apuntalar a los candidatos del interior que tienen más chances de ser electos intendentes. En ese marco, acompañará en estas seis semanas a los postulantes de Junín (Pablo Petrecca fue el más votado, incluso por encima del radical massista Mario Meoni), 9 de Julio y Dolores (con el “lilito” Camilo Etchevarren), tres de los distritos en los que Cambiemos ganó, y próximamente tiene en mente viajar a Mar del Plata y Bahía Blanca, donde ocurrió algo similar con Carlos Arroyo y Héctor Gay respectivamente. La estrategia de Vidal, acompañada por el armador Federico Salvai, es, si no llega a ganar, al menos que Cambiemos sume la mayor cantidad posible de intendentes y concejales para tener una estructura propia pensando en los próximos cuatro años.

Ayer, tras haber pasado unos días en Bariloche el fin de semana pasado, Vidal estuvo en Quilmes y se subió al tren Roca junto al candidato local, el chef Martiniano Molina.