POLITICA
un depto en el dique 1

Mazure, candidata y nueva vecina de Puerto Madero

<p>La responsable del <a href="%(link0)" target="_blank">cuestionado instituto de cine</a> es la segunda en la lista porteña del oficialismo para diputados nacionales. <strong>Dice que pagó $ 1.320.254 por el piso</strong>.</p>

Nueva vecina. Mazure, el jueves 4, en la sala donde se instaló una antena de ARsat.
| Cedoc

El club de funcionarios kirchneristas que viven en Puerto Madero sumó otro socio. La presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Liliana Mazure, compró un departamento de 120 metros cuadrados en el barrio más exclusivo de Buenos Aires. La flamante candidata a diputada nacional adquirió ese inmueble el año pasado, por más de un millón de pesos, a la empresa desarrolladora del banquero Jorge Brito.

El dato se encuentra en su última declaración jurada, correspondiente al año 2012, donde aparece una fortuna total de casi dos millones de pesos: $ 1.916.568. Es la primera funcionaria importante del Gobierno que informó su patrimonio este año, en cuatro páginas presentadas a la Oficina Anticorrupción (OA) y que PERFIL revela ahora de manera exclusiva.

Mazure maneja desde hace cinco años la caja del cine argentino. En abril de 2008, la Presidenta –a quien conoce desde hace dos décadas– la designó titular del Incaa, que cuenta con un presupuesto superior a los 500 millones de pesos. Su antecesor más conocido es el actual secretario de Cultura, Jorge Coscia, quien enfrentó denuncias por el reparto de esos fondos (ver "Tras los pasos de...").

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Sin embargo, el cambio más relevante en su patrimonio ocurrió en los últimos tiempos. Esta cineasta de 63 años declaró haber comprado un departamento de 120 metros cuadrados en Puerto Madero por un valor total de $ 1.320.254. En el punto Observaciones, detalla que abonó en moneda norteamericana: “316 mil dólares”.

La operación se concretó hace un año. El departamento se agregó al patrimonio el día 27 de junio del 2012. Mazure lo había mencionado en declaraciones juradas anteriores porque ya había empezado a pagarlo. Pero aún no formaba parte de sus bienes, porque –como ella misma aclaraba– “todavía no se escrituró”.

Por cuestiones de seguridad, los papeles no incluyen domicilios ni direcciones. Sin embargo, PERFIL comprobó que la funcionaria se lo adquirió al “Fideicomiso Puerto Madero 7”, constructor de un megacomplejo de primer nivel en el Dique 1. Los responsables del proyecto son el estudio Fernández Prieto y la desarrolladora Vizora del banquero Jorge Brito, cercano a la Casa Rosada.

¿De dónde sacó los fondos para comprarlo? Mazure afirmó que fueron “ingresos propios y venta de activos”. Consciente de que la operación podría despertar sospechas, la mujer –ex pareja del publicista oficial Jorge “Topo” Devoto– brindó más detalles por escrito. Asegura que fue posible con la venta de un apartamento en Barrio Norte (US$ 166 mil), otro en el barrio de Colegiales (US$ 90 mil) y de activos de su empresa “Arca Difusión”, con la que produjo su último documental.

En el último año, las demás propiedades se mantuvieron igual. Informa un Volkswagen Fox Cross 2010, ahorros por 221.454 pesos, el 12% de un inmueble en Palermo y la mitad de otros dos en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Cuando asumió el cargo, su patrimonio era de $ 1.411.080, y desde ese momento no había sufrido cambios sustanciales. La mudanza a un barrio más elegante fue el primero.

Tras los pasos de su predecesor

Mazure parece seguir los pasos del actual secretario de Cultura, Jorge Coscia. En 2005, el ex titular del Incaa se retiró de ese organismo para ser candidato a diputado del Frente Para la Victoria. También en la ciudad de Buenos Aires, en donde ella irá segunda en la lista de Juan Cabandié.

Otra similitud: el verdadero deseo de Mazure es ocupar la cartera de Cultura. Tal vez por eso, sus allegados deslizaron la falsa noticia de que Coscia pasaría a otro cargo. La última fue hace algunas semanas, cuando hicieron correr el rumor de que lo designarían en la Unesco.

Ambos también enfrentan denuncias. El, por el reparto del presupuesto para películas, destinado a amigos que –en muchos casos– nunca terminaron de hacerlas. Ella, porque si bien transparentó esos números, no hizo lo mismo con el dinero para contrataciones, sueldos y servicios. Esos fondos crecieron más que los subsidios a las producciones, verdadero objetivo del Incaa.