POLITICA
negocios en la seguridad privada

Menchi, el empresario que conecta a los involucrados

Tenía llegada al jefe de Gabinete y a un ex comisario de la Federal. Su sociedad frustrada con Lanatta.

Cruce. Tito Romero, hermano del ex gobernador de Salta, dice haber visto juntos a Aníbal y al empresario.
| Cedoc Perfil
El mundo de los autos de alta gama y las armas fáciles de conseguir suelen decorar armoniosamente el submundo del narcotráfico.
Eduardo Menchi conoció en 2006 a Sebastián Forza en un shopping de Pilar. Los presentó Martín Schutz, el hombre que les vendía y compraba autos caros, Mini Coopers, BMW. A través de Menchi, Forza conoció a su ejecutor: Martín Lanatta.
Para la Justicia, Menchi es un testigo. Un empresario que frecuentaba estos mundos pero que no está involucrado en el tráfico de efedrina ni en los asesinatos de Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Pero en esta historia que todavía no termina de cerrarse, es un conector de poderes. Menchi y Martín Lanatta tienen dos hombres en común: Aníbal Fernández y el ex jefe de Asuntos Internos de la Policía Federal, Miguel Angel Colella.
En 2009, cuando la Justicia lo buscaba para que declarara como testigo en la causa del triple crimen, el empresario estaba en Salta. En declaraciones a varias radios, Tito Romero, hermano de ex gobernador Juan Carlos Romero, salió a defenderlo, contó que era amigo de Menchi y relató una reunión que tuvo lugar en la casa de Menchi en Buenos Aires. “Le vendí el diario El Tribuno de Tucumán al grupo propietario de Ambito Financiero, Menchi fue intermediario para que se concretara la venta y Aníbal Fernández se interesó del tema”. Estuvo presente en la reunión, dijo Romero. Aníbal F. niega haber estado ahí.
Menchi declaró ante la Justicia de Mercedes que Lanatta le propuso a fines de 2007 crear una empresa de seguridad y le presentó a Colella, comisario mayor retirado. Lanatta es experto en armas y aportaba sus contactos con el Registro Nacional de Armas (Renar). Menchi ponía el capital. Pero la empresa nunca funcionó. “Colella se peleó con Lanatta, no sé el motivo, y me pidió que si quería avanzar en la sociedad, lo sacara a Lanatta porque con él no trabajaba”, dijo Menchi. “En 2009, Colella trató de contactarlo (a Lanatta) enviándole su teléfono por intermedio de Juan José Ribelli para deshacer la empresa pero nunca llegaron a hablar”, agregó. Ribelli es  ex comisario de la Bonaerense, acusado en la causa AMIA. Fue declarado inocente y es abogado penalista. Uno de sus clientes es Ibar Pérez Corradi, buscado desde hace tres años como el presunto autor intelectual del triple crimen. Ribelli dijo a PERFIL que nunca representó a Lanatta. Pero hay testimonios en la causa que los conectan. Es otro nexo con la Bonaerense.
Menchi dijo ante el fiscal Bidone que “a  principios de 2008, Lanatta comentó que Forza y Pérez Corradi –ambos involucrados en el negocio del tráfico de efedrina a narcos mexicanos– se habían peleado, ya que Forza le debía más de un millón de pesos a Pérez Corradi. También dijo que iba a formar una droguería y una financiera” y “preguntó si conocía a alguien que tuviera efedrina”