Mientras Lorenzetti está entre el silencio y la pared, allegados a la Corte admiten el contacto con Cristina

Fuentes de la Corte Suprema de Justicia reconocieron que "hubo un contacto" entre la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, y el titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, sobre la resolución que estableció las retenciones móviles para las exportaciones de granos.

Sin embargo, relativizaron que Lorenzetti hubiera adelantado a la mandataria que la Corte rechazaría la resolución 125 por su supuesta "ilegitimidad de origen" –por no haber sido sancionada por el Congreso- porque "esa cuestión no está resuelta".

Según las fuentes consultadas por DyN, de los siete ministros que componen el tribunal tres estarían a favor de respaldar la resolución; tres por rechazarla, y el restante, uno de los varones, aún no tendría definido su voto.

De cualquier manera, la información que Lorenzetti suministró a la presidenta advertía sobre otra cuestión en la que el tribunal tiene fijado criterio desde hace más de una década, y que está vinculado no ya con la intervención del Congreso sino con el carácter "confiscatorio" de cualquier retención que supere un porcentaje de entre 30 y 33 puntos.

Según las fuentes consultadas por esta agencia, Lorenzetti sugirió a la presidenta que "la cuestión debería ser resuelta a nivel político antes de obligar a la Corte a pronunciarse". La reunión se realizó en un lugar que las fuentes dijeron desconocer, pero en cambio confirmaron que "fue hace varias semanas".

Lo cierto es que el contacto, si se comprueba que existió, puede derivar en otro escándalo de magnitud impredecible, sobre todo luego que el ex presidente Néstor Kirchner la emprendiera contra la prensa, emplazando sin medias tintas a Lorenzetti a desmentir el encuentro. Si la reunión existió, puede estar seguro Kirchner, tarde o temprano la verdad saldrá a la luz, por más desmentidas que se intenten (o se inventen).

Pero la gravedad del asunto es tal que, si Lorenzetti negara la cuestión niega y terminara comprobándose alguna vez el contacto, su futuro en la Corte estaría en jaque. Es que si la reunión existió, y el presidente de la Corte se anima a admitirla, desmentiría a Kirchner y a la Presidenta, posibilitando además que todas las demandas sobre retenciones en la Corte puedan ser pasibles de recusación, entendiendo que el juez habría en cierta manera anticipó un fallo del estamento judicial más alto del país. Como tantas veces sucede, Néstor Kirchner, irrumpiendo en el asunto con su lógica de "redoblar la apuesta", ha puesto a Ricardo Lorenzetti ante una encrucijada. Habrá que escuchar que dice el destacado jurista cuando deba hablar, en las próximas horas, sobre el tema.

Si Kirchner no se hubiera metido en el tema, la reunión podría haber tenido mil explicaciones, pero luego de la irrupción de Néstor, a Lorenzetti tal vez le cueste conciliar el sueño.