POLITICA
Opinión

Ninguna injusticia se justifica

El exasesor del Gobierno de la Ciudad, Yamil Santoro, realizó un descargo a raíz de una serie de tuits que publicó sobre la legítima defensa y la muerte de un joven de 13 años en el Chaco.

Yamil Santoro y el tuit de la polémica
Yamil Santoro y el tuit de la polémica | Cedoc

Ayer triunfó la grieta. A raíz de una serie de tuits que realicé sobre la legítima defensa (que están publicados para consulta de cualquiera) algunas personas malintencionadas me imputaron querer justificar la muerte de un joven de 13 años en el Chaco. No hay relación alguna entre lo que escribí y aquella circunstancia pero creo acertado escribirle a quienes de buena fe pueden haber creído esto como cierto. También me parece apropiado responderle en conjunto por este medio a los profetas del odio que siembran con su irresponsabilidad zozobra y enojos en quienes no se toman el trabajo de leer lo que uno escribió. Más allá de las acciones legales que iniciaré oportunamente contra ellos y los medios que difunden mentiras en un claro ejercicio antidemocrático y contrario a la libertad de expresión.

Primero que nada quiero reiterar lo primero que dije en los tuits: "Desde ya es lamentable cualquier muerte en cualquier contexto". A mi me angustia toda muerte y especialmente si es evitable. Mi trabajo y compromiso político se orientan no sólo a disminuir la cantidad de muertes, por la causa que sea, sino a procurar que las personas puedan vivir una vida digna y poder perseguir sus sueños en Libertad. No se me ocurre nada más ajeno a mis convicciones que "Justificar" la muerte de otra persona. Sencillamente no pienso así. Justificar implica decir que algo está bien o que no está mal. Nada de lo que yo escribí permite deducir o plantear que yo digo que está bien que muera un pibe de 13 años en ningún caso. Solamente el odio y el resentimiento que algunos llevan adentro puede llevarlos a proyectar un nivel de inhumanidad tal en el otro que creen que alguien puede ufanarse de la muerte de un niño. Esa miseria espiritual es de ustedes y esa deshumanización del otro responde a la lógica peronista de "Al enemigo ni Justicia". Porque creen que quien piensa diferente es un enemigo es que pueden llegar a sostener este tipo de barbaridades.

Continúa el tuit referido sosteniendo que una persona abatida durante un intento de robo, en cualquier circunstancia, es alcanzada por el instituto de la legítima defensa. Y concluye el tuit diciendo que el Derecho se inclina en favor de quien se defiende. Esta no es una apreciación, una valoración, ni una opinión. Es un dato que surge de los arts. 34 y 35 del código penal. La legítima defensa lejos esta de justificar una muerte sino que define si el accionar de quien se defiende está dentro o fuera de la ley. Es decir si la conducta penalmente tipificada es o no antijuridica. Las víctimas de un delito también tienen DDHH y más allá de la visión romántica de la pobreza que tienen algunos para el Derecho un agresor tiene menos protección que quien se defiende. Meramente se trató de una descripción de lo que dice la ley. Ni más ni menos.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

No aventuré opinión sobre si en el caso del joven chaqueño se trata de un potencial caso de legítima defensa sencillamente porque desconozco las circunstancias del mismo. Reitero lo mismo que dije en los tuits: tendrá la Justicia que determinar las circunstancias de su muerte y si se trata de un caso de legítima defensa o un homicidio. No puedo opinar de lo que no conozco. Quizás fue a saquear o quizás solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, en cualquier caso no merecía morir. De la misma manera que el dueño del local tampoco merecía ser saqueado y eso es lo que muchos justificaron sin una gota de vergüenza.

Muchas de las enardecidas defensas del joven fueron por el lado de querer atacar al gobierno nacional o al contexto económico. Esa utilización política de un muerto habla del desprecio genuino que poseen por quien puede estar padeciendo una necesidad. Primero ninguna circunstancia justifica que una persona inicie sobre el otro o sobre sus cosas la violencia. Segundo, en una provincia gobernada hace 11 años por el PJ - FPV, donde el joven fallece en el medio de una Balacera con fuerzas provinciales (no nacionales) y tras 12 años de kirchnerismo, que es el periodo en el que este joven nació y se crió, no hay forma de que el Gobierno pueda ser responsable de las circunstancias de la muerte de este joven. Imagino que el odio que les inspira este caso nace de tener que ver de frente al fracaso del modelo político y social que defendieron y defienden. La plata de la corrupción, los bolsos que se afanaron, se la robaron a todos los argentinos pero impactaron más que proporcionalmente en los más necesitados. Santifica e idealizan un saqueo por parte de quienes muchos de ellos contribuyeron a saquear con pauta, sobreprecios, contratos o sobres.

Por último los DDHH también contemplan la dignidad de las personas. No quiero vivir en un país donde las diferencias políticas se resuelvan con la violencia que viví ayer. No hay ninguna necesidad de que permitamos que con mentiras se siembre odio y discordia cuando necesitamos que todos los argentinos trabajemos juntos para sacar al país adelante. Al decir que yo justifico un asesinato me están acusando de apología del delito. Es una locura y es una imputación inaceptable que no sólo es un delito en sí mismo, conforma la figura penal de calumnia, sino que además da lugar a responsabilidad civil por el daño a mi honor por el que accionaré judicialmente.

A todas aquellas personas con influencia y medios que han utilizado esta tragedia para llevar agua para su molino o para lucrar con visitas a su portal titulando en mi contra iniciaré las acciones legales pertinentes. Cada peso de la indemnización obtenida por su descrédito y odio irá en donación a entidades de bien público. Devolveremos a la gente la plata que oportunamente le sustrajeron.

Podemos pensar distinto pero el límite para el disenso es el respeto por el otro.