POLITICA
adelanto Entrevista Revista Hombre

Omar Chabán se siente como si se hubiera suicidado

Perfil.com adelanta fragmentos de la entrevista con Chabán que se publicará en Hombre de octubre, a la venta a partir del martes. Vea a Chabán alimentando a un mono en la galería de fotos.

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| Cedoc

-¿Seguís la causa en la tele?

-No. Trato de no ver los canales de aire y los de noticias. Nunca veo las entrevistas que me hacen, porque si no después no puedo dormir. Aunque esté muy cansado, miro televisión para agotarme y dormir de un tirón.

-¿Cómo dormís?

-Poco, profundo, pensando que me tengo que levantar temprano.

-¿Tus sueños son recurrentes?

-Sí: en general, los sueños son como juzgándome.

-¿Y cómo te juzgás?

Me siento mirado e interrogado por los jueces, que soy yo también. Es una especie de repercusión de preguntas y respuestas. Estoy pensando si es un sueño kafkiano pero en el juego del doble, donde el otro es casi un doble mío, y yo también estoy como fuera de mí. Son dobles en paralelo y los dos me están juzgando, me están presionando.

-¿Hacés vida social o familiar?

-No. Hablo, si me llaman. Los fines de semana puede que vea a alguien o vaya a ver una obra de teatro o una película. El domingo tengo que estar preparado otra vez.

-¿Tu formación intelectual ayuda?

-Es lo único que me ayuda. No sé por qué cae tan mal que uno se preocupe por tener formación intelectual. No entiendo esta cosa social de que hay que ser como bruto o que hay que aunarse con la imbecilidad social. Uno cree que si sabe más no sólo va a ser mejor persona, sino que va a tener como una práctica de este saber y si no será un saber abstracto. Es rara la justicia en lo penal, por un lado hay que ser una especie de autoritario – fachista – jodido y por otro lado hay que ser tolerante. En la realidad si uno no es tolerante no puede trabajar en ningún lado, pero por otro lado la justicia me dice que por ser tolerante pasó lo que pasó. Nadie esta cuestionando al que hace la cagada. Lo penal es muy sucio, el rito jurídico es un discurso fragmentario, nada logra armarse y todo parece como caerse y no se sabe quién escucha.

-¿En qué cambió tu relación con la religión?

-Si bien mi familia no es practicante, tengo una tradición musulmana, que quiera o no, se nota. No fumo, no tomo, no me drogo, soy totalmente purista y me gustan las mujeres haciendo tradición de los harenes, bien demarcado. Pero me parece que la mejor religión es la budista, porque re-exagera la dimensión expansiva, es la que se acerca más al ser. Por esto yo estoy engrampado en lo humano, no me puedo escapar.

-¿Cómo estás físicamente?

-Tengo micosis de tanto estar sentado. No tengo plata para pagarme estudios, ni tengo obra social.

-¿El suicidio sigue siendo tu tema recurrente?

-No. Ahora es como si estuviera suicidado. La situación es como de constante cuestionamiento y suicidio. Es como cuando uno es chico y todos los días le toman examen y le va mal. Siento como si todos los días estuviera en un suicidio programado, en el cual cuando trato de levantarme y ya tengo que estar de nuevo ahí.

-¿Qué quedó del Chabán temperamental y frontal?

-En la causa, el que actuó con menos miedo y más honorablemente soy yo. No ataqué a nadie, si separo a estos tres pibes delirantes y hablo del material del techo. Además la pirotecnia es de venta libre, cuando en todos los lugares del mundo esta prohibida y para usarla deben pedir un permiso al Estado.

-Antes de Cromañón te definías como “un genio mediocre”. ¿Ahora?

-Ahora (piensa), soy un subsumido, estoy debajo del fondo.

-¿Mejoró tu relación corporal para con los otros?

-Cuando entro a Tribunales me paralizo. Todo lo que tiene que ver con la justicia no tiene expresividad con el cuerpo. A mis amigos puedo abrazarlos.

-¿Te amigaste con el arte?

-Continúo peleado, cada vez más. Veo más claro el fracaso del arte.

-¿De qué vivís?

-Me dan guita mis amigos. Vivo muy barato: como arroz, verduras y frutas y tomo agua de la canilla.

-¿Ves seguido a tu madre?

-No, me angustia. Con todo esto tuvo muchos problemas de salud, quedó paralizada de la parte derecha. Estaba todo el tiempo dándose manija. Cuando la veo hablamos de cosas banales.

-¿Te volvió el deseo sexual?

-Hace un mes se me cortó. Por suerte ahora no tengo ningún deseo y estoy totalmente aséptico, frío. Me ha vuelto esto de no poder tocar, aunque sí a mis amigos, pero no contacto corporal. Tiene que ver con lo de purificarme. Como estoy en lo mío no puedo sostener la mirada frente al otro y es jodido. Me pasa con la mujer en el deseo amoroso y en Tribunales, con esa falta de amor de la justicia. La justicia es el olvido mismo del cuerpo y del amor.

-¿Creés en la justicia argentina?

-No sé qué contestarte: no tengo otra posibilidad.

-¿Cuál creés que es tu grado de responsabilidad?

-(Piensa) Sin cinismos y sin lo políticamente correcto, toda la vida cuidé a la gente y esto es manifiesto y conocido. No lo digo yo: siempre ayudé a todo el mundo si estaba dentro de mis posibilidades, lo dice Callejeros también. Si viene alguien y me quema el lugar (y además yo les dije que estaba prohibida la pirotecnia), la verdad, creo que me tendrían que pedir disculpas. Esto va a caer mal, pero primero yo les pedí disculpas a todo el mundo, no ataco a nadie, no tengo ningún antecedente jurídico. Me rompí el culo con mi esfuerzo, para conseguir algo que cuesta mucho. Me cagaron la vida estos tres pendejos de mierda, este país totalmente inepto que dejó que compraran ese producto para ponerlo ahí y lograran esta delirante tragedia.

-¿Comulgás con la actitud de los padres en pedir justicia? ¿La hacés extensiva a vos?

- (Piensa) Los padres no quieren justicia, yo nunca escuché manifiestamente que hablaran sobre los que quemaron el lugar, sobre determinado público que hacía quilombo. Nunca escuché que hablaran del material. Siempre están tratando de crear una especie de culpa de la confabulación, como que la imagen de la autoridad es la culpable. Conmigo ya fueron injustos, toda la sociedad fue injusta.

-¿Cómo vivís estar sentado en el banquillo con los padres en tus espaldas?

-Tal vez me están potenciando en mi propia potencia. Siempre trato de clarificar, nunca trato de ensuciar. Pienso que en este momento, quizás me están dando fuerza a pesar de ellos. Como que quizás hay algo que los va a redimir, porque tanto los padres como los supervivientes evidentemente transfirieron en mi su dolor.

-¿Qué le dirías a los padres?

-Que el aliado es aquel que busca la verdad, es la única estrategia. Yo busco la verdad, entonces el mejor aliado soy yo. Aunque ellos me vean al revés, algo que no es así en la opinión pública.