El anuncio de la emergencia agropecuario en las zonas azotadas por la sequía que realizó ayer la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue elogiado por los funcionarios del gobierno K, entre
ellos, el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien manifestó que los representantes de las
entidades del campo "deberían estar festejando" la gratuidad de las cartas de porte, también
dictada ayer.
Echegaray apuntó directo a
Eduardo Buzzi, presidente de la Federación
Agraria Argentina, entidad que tenían el derecho de labrar las cartas de porte: "Debería
alabarlo, estar de festejo y estar contentas todas las entidades representativas del campo", dijo y
agregó que "es otra medida más que va de la mano y apoya a la situación particular que se vive en
estos momentos por la sequía y mejora inclusive la posición frente a la rentabilidad eliminando un
extra costo que trabajaban intermediarios".
La medida que toca a las cartas de porte fue leída por el sector del agro como una maniobra
para asfixiar y dejar sin financiamiento a la FAA, la entidad más combativa durante el conflicto
por las retenciones. La medida
se venía rumoreando desde
junio del año pasado, en pleno conflicto, y se concreto ayer, en el contexto de la emergencia
agropecuaria.
Desastre agropecuario. A pesar de los dichos de Etchegaray, no fue un clima de
fiesta el que se vivió en el sector tras los anuncios. El vicepresidente de la Confederación de
Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Jorge Srodek, consideró hoy que la
declaración de emergencia agropecuaria para las zonas afectadas por la sequía "no es mala" para el
campo, pero remarcó que sigue habiendo "ironías y contrasentidos" en las decisiones hacia el
sector.
Srodek consideró que "en algunos lugares hay que decretar el desastre agropecuario, que es
cuando a uno lo exoneran de pagar impuestos, (mientras) en la emergencia se posterga el pago por un
año" y marcó que el tema retenciones sigue vivito y coleando.
Fuente: DyN