POLITICA

Para los intendentes, en la mesa se conoce al gobernador

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Daniel Scioli siempre mantiene abiertas las puertas de su casa de Villa La Ñata. Por allí pasan dirigentes oficialistas, opositores, personajes de la farándula y deportistas. Todos pueden convivir en una misma mesa.

Fue en una de estas cenas en la que los intendentes entendieron que la cordialidad y la amistad que les proponía no avanzarían demasiado. En noviembre del año pasado, después de una cena en la que el mandatario recomendó comenzar a despegarse del discurso kirchnerista, un intendente de la primera sección electoral, hoy alineado con el kirchnerismo, disparó: “Este nos va a cagar, se dieron cuenta de que a nosotros nos dio un vino y él se servía otro”. “Fue así”, reconoce hoy a PERFIL otro jefe comunal. Y agrega: “A los dos días, uno de nosotros salió a criticar al Gobierno, y Scioli en vez de apoyarnos salió a decir que por la memoria de Néstor no iba a polemizar”.

Otros dirigentes coinciden en que es en las comidas donde conocen al verdadero Scioli. Según relatan los comensales, no sólo se sirve un vino de mejor calidad, sino que también el gobernador consume un aceite de oliva importado que tampoco comparte con los invitados. Pero la escena final es la que irrita a más de uno: mientras prende un habano de primera marca, un asistente reparte otros de menor calidad.