POLITICA

Para Sandra Russo, la muerte de Chávez prueba que no quería eternizar su poder

En una columna con elogios al difunto mandatario y críticas a sus "odiadores", la periodista de Página/12 tejió un extraño razonamiento sobre los intentos del venezolano de perpetuarse en la presidencia.

La periodista Sandra Russo contó que la insultan en el taxi y le gritan en la calle por haber revelado su posición política. Asegura que el kirchnerismo no se termina en 2015.
| Cedoc

La muerte del presidente venezolano Hugo Chávez recorrió todo el mundo y en Argentina especialmente, donde el mandatario recibió todo tipo de homenajes oficiales y populares. Pero el fallecimiento, además, generó toda una serie de reflexiones sobre el futuro de Venezuela y la política en la región. Hoy, la columnista de Página/12 Sandra Russo se sumó con una curiosa reflexión.

Para la panelista de 6,7,8, la defunción de Chávez "es la prueba de que aquello de 'querer perpetuarse en el poder' era una estupidez más de las tantas que se escuchan cada día".

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En una columna en Página/12 en la desplegó sus elogios al mandatario ("un militar que defiende a su patria, pero que la patria es el pueblo, y no los mandamases financieros") y arremetió con críticas a sus "odiadores", Russo escribió: "A Hugo Chávez no se lo perdonaron ni cuando era evidente que iba a morir".

Al final del texto, la periodista, conocida también por ser la biógrafa oficial de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, insertó su idea de que como Chávez "dio hasta su vida" por el pueblo, es "una estupidez" pensar que se quería perpetuar en el poder.

"Eso es lo que no le perdonan a Hugo Chávez: fue el primero en mover la aguja que estaba fija. La inclinó hacia el pueblo y pagó todos los costos, dio todo, hasta su vida, y su muerte es la prueba de que aquello de 'querer perpetuarse en el poder' era una estupidez más de las tantas que se escuchan cada día", escribió Russo, y añadió: "Lo que Chávez quería que se afirmara, que se prolongara, que se desarrollara, no era su permanencia en el poder, sino la de la aguja señalando hacia abajo. Es eso lo que no le perdonan".

Aunque su humanidad, lógicamente, le impedía eternizarse en el poder, el difunto presidente se encaminaba al récord.

Si Chávez hubiera vivido y completado el mandato que ganó en las elecciones de 2012, se habría convertido en el mandatario democrático con más tiempo de gobierno en todo el mundo: 20 años (sólo interrumpidos por unos meses tras un golpe en 2002).

El líder bolivariano fue elegido por primera vez en 1999, y luego de nuevo en 2000 y 2006. En 2009, con un referéndum que habilitó la reforma constitucional, abrío la puerta a la “re-reelección” que logró el año pasado.