POLITICA
Defensa

Parrilli definió su procesamiento como "una paradoja"

Tras la medida judicial en su contra por el supuesto encubrimiento de Ibar Pérez Corradi, el exjefe de la AFI apuntó contra el juez de la causa.

‘Llamaba usted, señora...’ Oscar Parrilli.
| Dibujo: Pablo Temes

Oscar Parrilli, el extitular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), se refirió hoy al procesamiento en su contra por el supuesto encubrimiento del narcotraficante Ibar Pérez Corradi. En ese contexto sostuvo que el fallo emitido por el juez federal a cargo de la causa, Ariel Lijo, "tiene como objetivo justificar el espionaje político" a Cristina Fernández de Kirchner .

"Es una paradoja. Estoy procesado por haber encubierto a un personaje que no está procesado, que le han dictado la falta de mérito. Es decir, me procesan por haber ocultado información de alguien que no es un delincuente", expresó el exfuncionario en declaraciones con Radio Del Plata.

"Me imputa porque demoré supuestamente 16 días. Las nuevas autoridades tardaron como quince días en elevar el informe", añadió, a la vez que aclaró: "En medio de todo esto, hay un informe de la AFI que dice que están trabajando en lo que yo había dejado. Es decir que hay una serie de irregularidades y anormalidades que no tiene sentido".

Para Parrilli, el fallo del magistrado carece de "toda razonabilidad y lógica", dado que "tiene por objetivo justificar esta ilegitima intervención telefónica que claramente demuestra que era parte de un plan de espionaje político llevado adelante sobre la expresidenta Cristina Kirchner".

El jefe de la ex SIDE negó que haya cajoneado apropósito un informe de la Dirección de Contrainteligencia que comprobaba que el entonces prófugo Pérez Corradi, se encontraba en un hotel en Paraguay con una identidad falsa. Para Lijo, Parrilli retuvo esa información, la cual nunca llegó a manos de los fiscales Juan Ignacio Bidone, de Mercedes, y Franco Picardi, de Capital, que buscaban al financista.

Ibar Pérez Corradi fue detenido en Paraguay y actualmente está preso en Argentina, acusado de traficar efedrina y venderla a los carteles mexicanos de la droga, además de lavar dinero de la mafia de los medicamentos. Sin embargo, la jueza María Servini de Cubría entendió que no había mérito para procesarlo como instigador del triple crimen de General Rodríguez.