Pasan a disponibilidad al suboficial Armando Niz y al sargento Luis Miño, custodios a cargo de proteger a Alberto Nisman, el fiscal que investigaba la causa AMIA y fue hallado muerto, en condiciones aún dudosas, el domingo 18 de enero por la noche, en su departamento del edificio Le Parc del barrio porteño de Puerto Madero.
Los agentes estarán sin tareas asignadas hasta que se resuelva el caso de fondo, es decir, la muerte de funcionario judicial que, la semana anterior, había acusado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encubrimiento en la causa AMIA.
Las declaraciones de los dos custodios tuvieron contradicciones. Niz dijo que subieron a tocarle la puerta a las 14 horas del domingo 18; en cambio, según el segundo, lo hicieron a las 17 horas.
Además, dieron versiones opuestas sobre donde se encontraba el patrullero: para uno estaba en el subsuelo y para otro en la planta baja, en un estacionamiento de cortesía. De este dato depende saber si los celulares de los agentes tenían señal o no.
El fiscal Nisman tenía diez custodios asignados y dos superiores que los coordinaban. Cerca de él se debían mantener cerca siempre dos agentes. Según los datos que trascendieron, los custodios tardaron 11 horas en comunicarle a un superior que habían perdido contacto con el fiscal de la causa AMIA.