POLITICA
Senado

Peña quiso hablar de narcotráfico pero le instalaron agenda sobre deuda y desempleo

El jefe de Gabinete respondió más de 800 preguntas en la Cámara Alta. Desempleo, deuda y baja de pensiones, los principales reclamos de la oposición.

Marcos Peña
Marcos Peña en Diputados | DyN

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, buscó hoy imponer el tema de la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad como centrales en su segundo informe de gestión ante el Senado de la Nación en lo que va del año, pero las fuerzas opositoras se concentraron en los reclamos por el alto endeudamiento del país, el desempleo y la denunciada desatención a sectores “vulnerables” como los jubilados, entre otros puntos.

Al inicio de la sesión especial realizada esta tarde en la Cámara Alta, que significó el segundo informe ante el Senado en lo que va del año, Peña planteó que uno de los ejes centrales de la gestión de Mauricio Macri es “terminar con el narcotráfico en nuestro país”, aunque reconoció saber que es “un trabajo de mucho tiempo que requiere una política de Estado” pero que se trata de “una decisión política que hemos trabajado en estos 18 meses”.

Pero la mayoría de las preguntas, reflexiones y reclamos de los senadores de oposición se centró en el aumento de la deuda pública, la baja de las pensiones por discapacidad y por viudez, el recorte de entrega de medicamentos a los jubilados, así como el mal funcionamiento del PAMI, la falta de reactivación económica, el cierre de empresas y el aumento del desempleo.

En varias oportunidades, Peña prefirió replicar con la recurrente fórmula de “no coincidir con la visión formulada” y evitar el debate a la mayoría de los 20 senadores (12 de ellos del FpV-PJ y el resto de otras bancadas) que opinaron y preguntaron en forma alternativa, aunque admitió en casi todo momento que “todavía falta muchísimo por hacer” y volvió a insistir en la creencia de que se está “por el buen camino”. “Sustentabilidad” y “previsibilidad” fueron algunas de las palabras más utilizadas por el ministro coordinador para responder cuestionamientos y consultas, y tampoco faltó la apelación -aunque en forma indirecta- a la “pesada herencia”.

El peronista Juan Manuel Abal Medina alertó sobre “los últimos datos de caída del empleo en el sector productivo, como el cierre de la empresa Pepsico” y también respecto del “notable endeudamiento externo de los últimos meses y llama la atención el reciente nuevo empréstito a 100 años” y consultó sobre qué piensa hacer el gobierno al respecto. Peña respondió que el problema del empleo ratifica el diagnóstico de estar “ante un mercado laboral con enormes problemas”, pero aseguró que el gobierno está aplicando políticas para facilitar “el acceso de empleo” dado que su “objetivo central es la pobreza cero y para ello se necesita generar trabajo”, para aclarar que desde la administración central “entendemos que el trabajo centralmente se debe generar a través del sector privado”. Dijo que en el primer año de gobierno el desempleo registró “la caída 105 mil puestos de trabajo formales, pero en marzo de este año, han sido recuperados” y que ahora se registra “una activación económica y una mejora en materia en generación de empleo”.

Otra que cuestionó el intento de mostrar un paisaje político y social calmo que intentó instalar el ministro fue la rionegrina Silvina García Larraburu, quien le recomendó al funcionario “recorrer un poco más lo que está pasando en la calle” y le enrostró la columna del Financial Times en la que consideró como “la decisión más delirante” la emisión de un bono a cien años.

Como respuesta, Peña señaló que "el plan financiero apunta a reducir el déficit fiscal con un plan de reducción gradual que nos permita hacer una transición sustentable, ya que recibimos unos de los déficit más grandes de nuestra historia" y marcó que "nunca la Argentina accedió a financiamiento tan bajo como está ocurriendo en este momento, por la construcción de confianza dentro y fuera del país".

La renovadora salteña Cristina Fiore Viñuales también habló de la deuda externa y, tras recordar que buena parte de la oposición acompañó la ley de pago a los fondos buitre, preguntó por qué razón el gobierno piensa que habrá inversiones cuando “el diario el País (de España) dice que en la Argentina es más rentable prestar dinero al Estado que invertir, dado que de cada 5 dólares que ingresan 4 dólares van al sistema financiero”.

El más duro fue el porteño de Proyecto Sur Fernando “Pino” Solanas, quien acusó al gobierno de actuar “como un mono con navaja" por haber endeudado el país y comprometer “a cinco generaciones futuras". Mientras, la adolfista Liliana Negre criticó la baja por decreto de pensiones por discapacidad y por viudez y volvió a denunciar discriminación contra la provincia de San Luis por parte del gobierno nacional por la deuda que la Nación tiene con el Estado Puntano.

El opositor que sí tomó la línea inicial sobre lucha contra el narcotráfico y la inseguridad, fue el jefe de la bancada FpV-PJ, Miguel Pichetto, quien, al cierre, apuntó que la situación “requiere un corte transversal de toma de decisiones de un conjunto de medidas” y replanteó respecto a la formación de las Fuerzas de Seguridad y denunció que “el delito de narcotráfico va de la mano de la migración delictiva”. Al inicio Peña había reseñado distintas medidas que el gobierno dice haber adoptado como la radarización de las zonas de frontera de manera permanente, la detención de narcotraficantes extranjeros en villas de la ciudad de Buenos Aires, y un aumento en el decomiso de droga.