POLITICA
A 35 años de Malvinas

Pérez Esquivel en Malvinas: “Recibimos un trato distante”

El Premio Nobel encabezó la comitiva argentina que viajó a las islas. Dijo que sufrieron agresiones y que “no hubo diálogo”.

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Memoria. Los argentinos honraron a los caídos con carteles, que tuvieron que sacar antes de irse. | Gentileza CPM
La Comisión por la Memoria (CPM), encabezada por Adolfo Pérez Esquivel e integrada por otros referentes de derechos humanos, concluyó ayer la visita a las islas Malvinas para señalar lugares denunciados de tortura y respaldar la identificación de 123 argentinos enterrados allí como NN. La comitiva, integrada también por la madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y el sacerdote villero Pepe Di Paola, llegó por la tarde a Río Gallegos y luego embarcó rumbo a Aeroparque.
“Fue una experiencia intensa y muy positiva”, le dijo a PERFIL Pérez Esquivel, quien, no obstante, se mostró asombrado por el trato “distante” de los isleños. “No hubo posibilidad de diálogo, pero sí agresiones verbales o indirectas”, agregó.

La visita había generado suspicacias en la previa. Los kelpers pidieron que se respetaran “sus derechos humanos”. Durante su estadía, los argentinos vivieron un clima hostil. “La paz sólo se puede alcanzar si Argentina cesa las hostilidades contra nosotros, pide disculpas por invadir nuestro país y deja caer su reclamo de soberanía”, fue uno de los tantos carteles con los que se encontraron los argentinos.

Tuvieron que lidiar con la policía en ciertas ocasiones. Incluso, una ciudadana chilena que vive en las islas los denunció por supuestas ofensas. “Tuvimos un trato correcto con la policía”, destacó, pese a todo, Pérez Esquivel.

La comitiva honró a los caídos de ambos bandos y marcó los lugares donde soldados argentinos denunciaron ser torturados por parte de sus superiores durante la guerra de 1982. Y también dejó carteles de respaldo a la idenficación de los cuerpos que llevará adelante en junio la Cruz Roja.

Sin embargo, la policía local les comunicó antes de irse que debían retirar los letreros “por un reclamo de sectores de la comunidad”. También retiraron un pañuelo que había dejado Norta Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, en el faro del cabo San Felipe, otro de los lugares denunciados por torturas.
Los integrantes de la delegación tampoco pudieron tener contacto con las autoridades de las islas. A las 23.30 del jueves recibieron una carta en la que les informaron su interés de reunirse, cuando ya preparaban las valijas.

De todos modos, remarcaron que la experiencia fue significativa.“Esto no termina con el viaje”, manifestó Pérez Esquivel. El 30 de marzo tienen agendada una reunión con la canciller Susana Malcorra, en la que le manifestarán la preocupación por la militarización de las islas. Será un primer paso para pedir por el cumplimiento del Tratado de Tlatelolco, y las resoluciones de organismos internacionales que abogan por la paz en el continente.