Piqueteros duros preparan acampe de 48 horas pese a las señales de Stanley
Mañana lanzarán un plan de lucha frente al ministerio donde los jefes sindicales se reunirán con las autoridades para abordar el pedido por la emergencia alimentaria.
Acampe. El miércoles pasado, algunas organizaciones sociales pasaron la noche en la 9 de Julio. |
TELAM
El lunes, cuando la conducción de la CGT se reúna con los ministros de Producción y Trabajo y Desarrollo Social, Dante Sica y Carolina Stanley, se dará en paralelo una conferencia de los sectores piqueteros más duros. Si en el encuentro con la central sindical no hay una fuerte novedad social, como aumentos en el número de planes y un ajuste de sus valores, las organizaciones que lideran el Polo Obrero y Barrios de Pie -Libres del Sur, anunciarán nuevas medidas de fuerza que incluirían dos días de acampe.
Puertas adentro, los gremialistas de la mesa chica cegetista anticiparon a este medio que llevarán una agenda amplia. Por un lado, presentarán su apoyo al pedido de la Iglesia y los “cayetanos” para que se declare la Emergencia Alimentaria, como expresaron en una carta difundida esta semana. A su vez, volverán a pedir por sus obras sociales. Este tema, siempre entre los más sensibles para el mundo gremial, volvió al centro de la escena por la devaluación que siguió a las PASO y el consecuente aumento de costos en salud.
Desde el Gobierno han anticipado a la dirigencia sindical y social que esperan poder lanzar nuevos anuncios que mitiguen las consecuencias de la crisis, como un bono para los receptores de planes sociales. Ayer, fuentes oficiales confirmaron que el encuentro se realizaría en Desarrollo Social.
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El resultado del encuentro incidirá en el volumen de las protestas piqueteras que ya se dan por descontadas. Mientras el PO y Barrios de Pie-Libres del Sur definirán el lunes si acampan dos días en la 9 de Julio, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) decidió impulsar una protesta independiente el miércoles.
En la conducción de la CGT ven una oportunidad de recobrar la centralidad que habían perdido durante el período de campaña electoral. Por convicción y por pedido de Alberto Fernández, los gremios cegetistas no quieren avivar la conflictividad en un período que ya definen como de transición. Así, imaginan un posible rol en el reparto de alimentos para sus organizaciones y la posibilidad de aparecer como los interlocutores que fueron capaces de obtener una concesión social del Gobierno.
La relación del mundo sindical con el Gobierno estuvo marcada por tironeos, protestas pero también por acuerdos parciales sobre obras sociales y fondos especiales. Algunos se ilusionan con una última concesión antes de que se defina una nueva conducción política del país en octubre.
En contraste, los sectores más duros del mundo piquetero están decididos a continuar con las medidas de protesta. Para ellos es un modo de marcar la cancha al próximo Gobierno ya que no son parte del armado del Frente de Todos ni de Cambiemos.
