“¿Cómo lo ves a Milei?”. La pregunta de Mauricio Macri se repite ante todos los interlocutores. El expresidente, quien regresó de Gran Bretaña la semana pasada, quiere saber ante intendentes, dirigentes y candidatos qué impacto puede estar teniendo realmente el líder libertario en la elección nacional y en particular en la Provincia.
Tras haber visto al Manchester City en su victoria contra el Real Madrid en la Champions League –invitado por el presidente del club inglés, Khaldoon Al Mubarak–, el expresidente retornó esta semana a Buenos Aires. Pero estuvo inquieto: nunca paró de hablar con distintos actores de Juntos por el Cambio y hasta cambió mensajes desde el avión cuando regresaba al país.
En concreto: Macri está preocupado por el crecimiento del economista, en especial en el electorado que venía optando por el frente opositor. “Yo lo que veo, Mauricio, es que hoy el cambio es Milei; nosotros quedamos como continuidad”, escuchó de uno de sus interlocutores en la semana. Ve que puede ser el germen de una derrota de JxC este año a nivel nacional.
Si bien en 2021 ensayó elogios al diputado de La Libertad Avanza –incluso bajo la bronca de María Eugenia Vidal, que debía competir contra él a diputada– y en 2022 hasta probó con un acercamiento electoral, hoy lo visualiza muy lejos, pero le preocupa que está socavando la base electoral del 41% que lo acompañó cuando perdió ante el Frente de Todos.
Habló con Ritondo para convencerlo de que no se vaya con Larreta y criticó en privado a Espert
Si bien conceptualmente se siente cerca con las ideas de “libertad”, las reformas que requiere el país y un discurso duro contra el kirchnerismo, también lo observa como un actor político complejo si le toca gobernar, en especial con un Congreso más adverso que el que le tocó a él entre 2015 y 2019 con un cuarto del Senado y un tercio de Diputados.
Paralelamente, Macri está decidido a ayudar a Patricia Bullrich. No bien la precandidata presidencial optó por Néstor Grindetti para la Provincia, tomó su teléfono celular –sigue teniendo el mismo número desde hace 15 años– y le escribió a los que quedaron en el camino. Pero uno de ellos no le respondió: Cristian Ritondo, a quien le había expresado: “Cuento con tu generosidad”. Un par de días después hablaron por teléfono un buen rato. Ritondo creía que el expresidente había sido clave para dejarlo afuera, pero jamás lo hizo público. Limaron asperezas. Y le deslizó que para no perder su perfil debía quedarse con la precandidata presidencial. Fue el puntapié inicial de la decisión de sumarse a la campaña Bullrich-Grindetti en Provincia.
Pero se quedó preocupado por el jefe del bloque del PRO. Por ello se reunió con Martín Yeza, el intendente de Pinamar, y quien venía trabajando como jefe de campaña de Ritondo, para hablar del tema. No quería que termine con Horacio Rodríguez Larreta –quien lo tentó para sumarse mientras el diputado mascullaba bronca por no haber sido elegido–.
Sobre la incorporación de José Luis Espert, se mostró molesto. En especial, porque ve la mano de Larreta detrás en esa precandidatura presidencial. “No me gusta lo que está haciendo”, expresó en la intimidad sobre el economista.
Paralelamente, le dio su amnistía al senador Luis Juez, a quien recibió en sus oficinas en Olivos. El candidato a gobernador se había alejado de Macri y estuvo cerca de Larreta. Ahora logró el apoyo del expresidente.
En la Provincia abandonó la idea de que haya un único candidato a gobernador bonaerense, algo que desde comienzos de año les decía a los intendentes. Ahora se convenció de que haya unas PASO en todas las categorías. Incluidos intendentes.
En ese marco, la bronca con el jefe de Gobierno se trasluce en todas sus charlas. Sigue esperando que su primo Jorge sea el único candidato del PRO en la Ciudad y asegura que Larreta le mintió cuando le dijo que le iba a pasar encuestas.
Otro tema que comenzó a inquietarlo son las listas. Cree que el Congreso será clave para un futuro Gobierno de JxC para la la gobernabilidad y piensa que hay que elegir leales. Para eso quiere lapicera.
