Diego Lagomarsino, el técnico informático que entregó a Alberto Nisman la pistola calibre .22 con la que fue hallado muerto en su departamento, no podrá salir del país. Así lo dispuso ayer la jueza Fabiana Palmaghini, por solicitud de la fiscal Viviana Fein. Al conocerse el anuncio, el Ministerio Público informó que Lagomarsino no estaba custodiado. Un día antes, la Presidenta había demandado que se le asignara protección policial.
“En relación con lo publicado en distintos medios de comunicación que indicaban que Diego Lagomarsino se encontraba en un hotel protegido por fuerzas de seguridad, la fiscal aclara que ni ella ni la jueza dispusieron protección”, dijo la Procuración General. También se indicó que la ministra de Seguridad, Cecilia Rodríguez, “notificó que ninguna de las fuerzas federales tiene a su cargo medidas de protección de alguna índole”. Tampoco contaba con protección de la Policía Metropolitana, se aclaró. Apenas se conoció esta información, el colaborador informático en la causa AMIA se comunicó con la Fiscalía para informar sobre su paradero. Trascendió entonces que se había ofrecido para declarar, pero Fein se retiró ayer de la fiscalía sin que se concretara la comparecencia.
En tanto, aún no se ha definido si Lagomarsino hablará en calidad de testigo o de imputado. Ceder un arma en préstamo constituye de por sí un delito, por lo que se lo podría citar como imputado de ese crimen para postergar la decisión procesal clave.
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