La semana pasada se desató la polémica en Nordelta cuando las empeladas domésticas denunciaron que no las dejan viajar en las combis de la empresa privada Mary Go que circula dentro del barrio.
"Nos enteramos de que en una reunión algunos dueños dijeron que no querían compartir el transporte con nosotras porque 'hablábamos mucho, estábamos transpiradas y porque tenemos mal olor'”, sostuvo una de las empleadas domésticas a Clarín. En ese marco, las trabajadoras decidieron hacer un corte de calles para protestar contra la discriminación.
Ante la demanda de las empleadas domésticas, la municipalidad de Tigre presentó un proyecto de ordenanza en el Consejo Deliberante para autorizar el ingreso de transporte público a Nordelta. La iniciativa propone que la línea 723 pueda entrar al barrio desdoblando sus recorridos.
"Resulta necesario optimizar la prestación de los servicios de transporte público de pasajeros en algunas localidades del partido, a efectos de cubrir necesidades de la población que se fueron manifestando con mayor intensidad a partir del crecimiento urbano y poblacional", expresó la iniciativa según informó el diario La Nación.
En Nordelta viven alrededor de 40 mil vecinos y entran unas 8 mil personas para trabajar todos los días
La iniciativa posiblemente no sea del agrado de los vecinos del exclusivísimo barrio. En marzo de este año surgió un rumor que existía la intención de que dos líneas de colectivo circulen por las avenidas que comunican entre sí a los barrios de la Ciudad Pueblo y generó el rechazo de algunos de los habitantes de Nordelta.
Según averiguó PERFIL, la iniciativa contaba con el visto bueno de la intendencia de Tigre por lo que ya en ese momento el Gobierno local veía con buenos ojos el permitir la circulación del transporte público. Ante la reciente polémica con las empleadas domésticas presentó un proyecto para llevarlo adelante.
B.D.N. C. P.