POLITICA
Caso D'Alessio

Ramos Padilla, la historia desconocida del juez del momento

El juez federal de Dolores enterró su bajo perfil al mostrarse en el Congreso. Es apuntado por su cercanía con Justicia Legítima y por su paso por Bahía Blanca.

El juez federal Alejo Ramos Padilla.
El juez federal Alejo Ramos Padilla. | NA

A los 43 años, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, vive por estos días, los más intensos en su carrera judicial. Su maratónica presentación de ayer en el Congreso de la Nación lo mostró públicamente y enterró con contundencia el bajo perfil que tuvo hasta ahora. De familia de extracción radical y militante de Franja Morada en sus años universitarios, el magistrado es apuntado por su cercanía con la agrupación Justicia Legítima y por su paso por Bahía Blanca cuando tramitaba el caso de las facturas truchas que alcanzaba a Lázaro Báez. Ex abogado de casos de Derechos Humanos y con el mejor promedio en el último examen del Consejo de la Magistratura para ocupar el juzgado con competencia electoral de La Plata, Ramos Padilla mostró ayer el recorrido del caso que comenzó el 28 de enero por una denuncia de extorsión que salpicaba al fiscal Carlos Stornelli y se transformó en la investigación del accionar de una presunta red de espionaje ilegal que opera en el país.

"Se me colocó como un juez militante, sobre la base de que, desde que soy juez voy a la marcha del 24 de marzo, que es para sostener el estado de derecho. He ido con colegas, jueces, con los excombatientes de Malvinas, y eso ser un juez militante por esas ideas no tiene absolutamente nada de malo", sostuvo ayer durante su exposición en la Comisión e Liberta de Expresión, presidida por Leopoldo Moreau y sin presencia el oficialismo.

Recibido en en el año 2000 en la Universidad de Buenos Aires, Ramos Padilla pasó los primeros ocho años de su carrera trabajando en la actividad privada. Fue abogado de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, que buscó a su nieta, Clara Anahí, desde su secuestro y apropiación por la última dictadura cívico-militar, cuando tenía seis meses, y murió sin poder encontrarla.

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Alejo Ramos Padilla: "Ser un juez militante no tiene absolutamente nada de malo"

Ramos Padilla conoció a Mariani cuando él tenía 10 años, según contó a la salida del velatorio de Mariani, en agosto pasado y su presencia fue una influencia clave en su vida. Tanto que quienes conocen su despacho en la ciudad, a la que llegó en 2011 para hacerse cargo del juzgado, explican que tiene portarretratos con fotos de ella allí. En ese primer piso que da a la calle en el pueblo de 28 mil almas, Ramos Padilla también tiene imágenes con el fallecido líder socialista Alfredo Bravo, de quien fue abogado y a quien considera otra referencia en su vida, al tiempo que no oculta su admiración por el ex presidente Raúl Alfonsín.

El paso por Bahía, en la mira y la mira en el macrismo

En 2015, Ramos Padilla fue designado para subrogar el juzgado federal de Bahía Blanca en reemplazo de Santiago Ulpiano Martínez, apuntado en investigaciones e lesa humanidad. Pero si algo sobresale en contra de Ramos Padilla por estas horas entorno de su paso por Bahía es su rol en el caso de las facturas apócrifas que involucraron al empresario y presunto testaferro de la ex familia presidencial, Lázaro Báez. Son muchas las voces que sostienen que el magistrado fue designado para parar el avance de la causa. En tanto que cerca suyo dan por tierra con la versión, recogen su trabajo y afirman que estuvo sólo seis meses allí y enumeran decisiones que tomó y que llegaron al empresario detenido Juan Suris.

Durante esos seis meses, Ramos Padilla avanzó contra el camarista Néstor Montezanti, acusado por su actuación con la Triple A y quien renunció a su cargo en 2016, un día antes de ser enjuiciado en el Consejo de la Magistratura. La grieta se mantiene en cierta forma también allí. Mientras que de un lado sostienen que el avance contra el camarista fue por haber investigado a Báez, del otro resaltan su rol en la Triple A y que hasta el propio Mauricio Macri aceptó su renuncia. Por su parte, en el Consejo coinciden en explicar que Montezanti presentó su dimisión consciente de que su suerte ya estaba echada, por las pruebas en su contra que atravesaron las dos mayorías en el organismo en los últimos años: la del Frente para la Victoria y la de Cambiemos.

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Hijo del polémico juez Juan Martín Ramos Padilla, que apuntó vía twitter contra el presidente Mauricio Macri, el magistrado también tuvo sus enfrentamientos con la actual gestión. La declaración de inconstitucionalidad del nombramiento vía decreto presidencial de los jueces de la Corte, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, en diciembre de 2015 y su oposición a los cortes de gas por falta de pago, a mediados del año pasado, son dos de los frentes que sumó contra el macrismo.

Esa antipatía que cultivó desde el oficialismo es la que complica su posible llegada al juzgado electoral con competencia en la provincia de Buenos Aires para el que concursó en 2018. Con un examen que dentro del Consejo de la Magistratura coinciden en señalar como “brillante”, quedó primero en la carrera por ocupar este lugar. Sin embargo, explican que no pasará la etapa de las impugnaciones que se abrió recientemente.

En medio del caso más importante de su carrera como juez, Ramos Padilla no parece mirar por ahora lo que sucede en el Consejo. Las próximas horas lo encontrarán nuevamente en el Congreso, desde donde volverá a su juzgado, a seguir con el caso que lo desvela y que promete novedades.