POLITICA
Congreso caliente

Quién es Olmedo, el diputado que impulsa la pena de muerte

Insultos y polémica por la Pena de Muerte y la castración a violadores. El diputado Olmedo pidió una sesión especial para hoy. “Muerte al que mata y a los violadores, que se pudran en la puna”, dijo y se cruzó con otros legisladores.

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Alfredo Olmedo | Captura de video

“Al que mata o viola hay que darle perpetua, aislarlo de la sociedad y llevarlo a una cárcel en la puna y que se pudra”, dijo en diálogo con PERFIL el siempre polémico Alfredo Olmedo, diputado del bloque “Salta Somos Todos”, que presentó el viernes pasado un pedido de sesión especial para hoy con el fin de debatir proyectos relacionados a la Pena de Muerte y “la castración química para el que abusa y física para el que viola”, explicó. 

“Si hacemos mano dura como hizo Giuliani (en alusión al ex alcalde de New York) y aumentamos las penalidades, no van a tener más ganas de pasarse de la raya”, sostuvo el legislador. “Al homicida y femicida pena de muerte, al violador o abusador, castración”, repite y repite.  

Olmedo, que ayer fue el único diputado que votó en contra de la ley del 2x1 al argumentar que "para cerrar la grieta, hay que equiparar la justicia", es Oriundo de Rosario de la Frontera, provincia de Salta. 

Conocido por ser el que siempre usa campera amarilla aunque haya un calor agobiante de verano, fue diputado en anteriormente en el periodo 2009 - 2011, el año pasado fue candidato a vicegobernador y su principal actividad es la agroindustria, de hecho, sigue los pasos de su padre, uno de los mayores productores de soja del país. 

“Te aseguro que antes de violar lo piensa dos veces", agregó luego de defender “la creación de un banco de ADN” que establece uno de sus proyectos. Según explica, con ese banco de ADN que tendría la información genética de todos los argentinos van a reducirse los casos de abuso o violación porque “va a ser más fácil de encontrar al sospechoso”. “Sos o sos, no hay otra”, dice al eliminar las dudas sobre la eficacia de la justicia argentina a la hora de emitir condenas.

A pesar de que Olmedo siempre insistió con este tipo de iniciativas, lo llamativo, es que por primera vez desde que pregona su postura sobre la pena de muerte, que para muchos resulta chocante y para otros políticamente incorrecta, logró que un grupo de diputados (18 para ser exactos) le diera su firma para formalizar el pedido. Aunque muchos, como dijo Ivana Bianchi, “lo hicieron para apoyar el debate pero no por estar a favor de la pena de muerte o la castración, sólo de aumentar penalidades”, en el Congreso casi todos daban por descartado que no iba a tener quórum para sesionar. 

Cruces y chicanas
. Quien primero lo cruzó fue la radical Gabriela Burgos, presidenta de la comisión de Legislación Penal. La jujeña reprochó que Olmedo haya obviado la búsqueda de consenso y lo invitó a ver las reuniones de su comisión que, dice, “ya debatimos la mayoría de los proyectos que él presenta”. 

Olmedo, por su parte, ayer pidió una cuestión de privilegio porque, dice, Burgos lo insultó. “Yo no soy ni payaso, ni disc jockey, ni mugriento”, se defendió el salteño.  

“Yo dije que ‘el Congreso no es una bandeja de disc jockey donde se pueden mezclar discrecionalmente leyes sin un tratamiento previo ni trabajos de consensos`, no que el sea disk jokey”, aclaró la diputada. 

Infidelidades. El año pasado, cuando era candidato a diputado nacional, Olmedo fue noticia por su vida privada. Pasó la noche previa a las elecciones en un motel de Salta acompañado por otra mujer y fue sorprendido, infraganti, cuando se retiraba del lugar por su esposa y su hija.