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Rafael Flores, ex aliado K: "El estudio de Kirchner defendió a un represor"

Habla una de las persona que mejor conoce al ex presidente. Progresismo trucho y militancia efímera.

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| Pablo Puente

Rafael Flores viene de Río Gallegos, como Néstor Kirchner. Nació el mismo día, el 25 de febrero, pero un año antes que el ex presidente, en 1950. Estudiaron Derecho al mismo tiempo en La Plata en los 70 y militaron en el mismo espacio. Estuvieron presos en celdas contiguas durante algunas horas en 1977, por orden de la dictadura militar.

En los 90 la política los acercó y volvió a alejarlos dentro del peronismo de Santa Cruz, hasta que Flores emigró al Frepaso y luego tuvo un acercamiento con Elisa Carrió. Ahora, ya distanciado de la política y dedicado a su profesión de abogado, el ex diputado nacional y antiguo aliado K, por primera vez está dispuesto a hablar sobre el hombre al que conoce como nadie, y sobre las zonas oscuras que el ex presidente preferiría borrar de su curriculum si pudiera.

Flores fue un testigo privilegiado del primer Kirchner y en esta entrevista revela lo que vivió.

Notiicas: ¿La militancia de Kirchner en los '70 fue tan destacada como aseguran sus seguidores?

Rafael Flores: Él era uno más. Yo empecé a militar en La Plata en el '72, en la Federación Universitaria para la Revolución Nacional (FURN), vinculada con la izquierda peronista y con Montoneros. Kirchner se incorpora a la FURN en 1973. Y militó un año como mucho, en el '74 no estaba más.

Noticias: Kirchner contó que estuvo preso en la dictadura. ¿Usted estuvo con él en la cárcel?

Flores: Sí, pero en realidad estuvimos demorados. Si uno dice "yo estuve preso durante la dictadura", eso lleva a quien escucha a imaginar un escenario de terrror. Pero en nuestro caso no fue así. En Marzo de 1977 estuvimos demorados entre 48 y 72 horas en la cárcel de Río Gallegos porque no sabían dónde ponernos. No fuimos tratados con violencia, no nos fueron a buscar a nuestras casas, sino que nos citaron por nota. Los dos fuimos pensando que se trataba de una cuestión vinculada con las prórrogas que habíamos pedido por el servicio militar. Quien ordenó nuestra detención resolvió su problema porque, como en todo pueblo chico, la gente se preguntaba por qué no nos detenían debido al antecedente de la militancia en La Plata. La mejor forma de evitar planteos era hacerlo rápido y soltarnos rápido.

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