“No te des por vencido ni aún vencido”. El poema de Almafuerte debe ser la inspiración en los últimos días de Florencio Randazzo, que todavía quiere ser precandidato presidencial por el Frente Para la Victoria en 2015.
Aunque Daniel Scioli sigue liderando las encuestas de cara al año próximo, el Ministro del Interior y Transporte no frenó su campaña. Esta mañana encabezó un acto con varios funcionarios del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para demostrar que aún tiene con qué seguir peleando.
Axel Kicillof (ministro de Economía), Jorge Capitanich (jefe de Gabinete) y Oscar Parrilli (secretario General de la Presidencia) estuvieron presentes en los talleres ferroviarios de Victoria, en la localidad bonaerense de San Fernando. Allí, Randazzo presentó nuevas formaciones y anticipó que "el próximo 25 de noviembre el ramal Tigre-Retiro será totalmente 0 Kilómetro".
"Por iniciativa de la Presidenta hemos instrumentado la recuperación del sistema ferroviario como ya lo hemos hecho en el ferrocarril San Martín y en el Sarmiento. Son trenes con todas las medidas de seguridad y confort que tienen los trenes del siglo XXI", comentó el funcionario.
Más importantes que las declaraciones fueron las fotos que los funcionarios se tomaron en los vagones nuevos. Las imágenes le servirán a Randazzo para demostrar que aún tiene cierto ascendente dentro del oficialismo; en especial por la presencia de Kicillof, uno de los pocos que habla directamente con Cristina.
El precandidato necesita los apoyos más que nunca. Scioli sigue liderando las encuestas de la interna del Frente Para la Victoria, aunque todavía no hay cifras confiables después de las fuertes inundaciones en territorio bonaerense, y de la foto que muestra al gobernador jugando al fútbol mientras se realizaban las tareas de asistencia, evacuación y rescate. La situación se torna más preocupante si se considera el escenario nacional de cara a 2015: el motonauta es el único candidato kirchnerista competitivo, sólo detrás de Sergio Massa y por encima de Mauricio Macri. El ministro, en cambio, apenas aparece en los sondeos.
La foto de Scioli durante las inundaciones (que el bonaerense atribuye a las filas de Sergio Massa), fue un punto de inflexión. La Casa Rosada no quiere desatar una “guerra sucia”, como la llamó Mariotto, al menos entre sus propios candidatos. Por eso, Randazzo no aprovechó para pegarle al gobernador por las inundaciones (que, de paso, también afectaron el pago chico del ministro, Chivilcoy) y mantuvo un bajo perfil durante la emergencia hídrica.
Sólo dos semanas antes, las relaciones no eran tan cordiales: el ministro del Interior cuestionó al gobierno bonaerense y lo acusó de “falta de gestión” por las demoras en la entrega de turnos para renovar el DNI. Incluso fue más allá y calificó a Scioli de “candidato del poder mediático”. Es decir, de Clarín. El ataque no cayó bien en La Plata, y tampoco en el resto del peronismo, que lo vio como un acto de deslealtad.
Eso no quita que Randazzo espere que las inundaciones golpeen la imagen del gobernador. Pero también tiene trapitos que lavar en casa: aún no respondió por Eduardo Wassi, alias “Randazzito”, el empresario que levantó contratos millonarios gracias al ministerio del Interior. Florencio no se da por vencido, pero por las dudas reza para que la campaña sucia no golpee a su puerta.
