El histórico destructor misilístico Santísima Trinidad, hundido en enero de 2013 en la dársena de la base naval de Puerto Belgrano por la rotura de una válvula de seis pulgadas durante la gestión del entonces ministro de Defensa kirchnerista Arturo Puricelli, fue reflotado la semana pasada tras casi tres años bajo el agua.
El reflotamiento fue realizado por el personal de la división Salvamento y Buceo de la Armada. Dentro de las fuerzas armadas esperan que el buque sea reacondicionado y restaurado para convertirse en un museo, como la fragata Sarmiento de Puerto Madero. De hecho, el contralmirante retirado José Luis Tejo, quien fue comandante del destructor Santísima Trinidad durante la guerra de las Islas Malvinas, expresó esa idea cuando se hundió la embarcación.
El Santísima Trinidad, que estaba fuera de servicio de la Flota de Mar desde 2004, sufrió una rotura en el casco el 21 de enero de 2013. Desde la Armada informaron que se trató de una rotura de una válvula de seis pulgadas en el sector de máquinas del destructor que dañó el casco de la nave y produjo la entrada de agua, que en poco tiempo superó la capacidad de las bombas de achique.
El Santísima Trinidad fue gemelo del ARA Hércules, construido en Inglaterra en la década del 70. El buque navegó efectivamente desde 1981 a 1989. En septiembre de 1975, un atentado de Montoneros con una bomba en el muelle del astillero Río Santiago (donde fue ensamblado), provocó el hundimiento parcial de la nave que, por sus averías, tardó cinco años en ser reparada. El destructor fue pasado a la condición de "receso temporario" en 2000 y separado definitivamente del servicio activo en 2004.
