POLITICA

Ruleta de funcionarios K: quién se va, quien se queda y quién se puede ir

Con la salida de Fábrega y la posible renuncia de Capitanich, hay inquietud por el futuro en el Gabinete nacional.

Guillermo Moreno nunca quiso abandonar la Secretaría de Comercio para irse a Italia. ¿Operativo retorno en diciembre?
| Cedoc

La última semana fue un sacudón de realidad para varios funcionarios del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner: Juan Carlos Fábrega presentó su renuncia como presidente del Banco Central de la República Argentina y comenzaron a circular rumores, cada vez más fuertes, de la salida de Jorge Capitanich de la Jefatura de Gabinete.

En rigor, ninguno de los dos casos tomó por sorpresa al gabinete nacional. Fábrega venía perdiendo la interna abierta que mantenía con el ministro de Economía, Axel Kicillof. El discurso de Cristina sólo fue la última gota de un vaso que estaba por rebalsar hacía meses.

El caso de Capitanich es distinto: hace rato que se acostumbró a ser una figura decorativa que se limita a dar sus conferencias de prensa todas las mañanas. El problema lo tiene en Chaco: su vicegobernador Juan Carlos Bacilef Ivanoff se la pasa poniéndole palos en la rueda. Su golpe de gracia fue adelantar las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de la provincia para el 8 de marzo, lo que impediría que Capitanich se presente como candidato en la capital chaqueña (no puede volver a competir como gobernador). Así, Coqui tendría que renunciar a la jefatura de Gabinete para suspender su licencia provincial y poner orden en su terruño.

En el propio kirchnerismo, figuras como Julián Domínguez o Aníbal Fernández reconocen que la salida del chaqueño es inminente. Justamente ellos dos son dos de los candidatos para reemplazarlos, pero ninguno de los dos parece querer hacerlo. La razón: el cargo es un quemo. Capitanich lo asumió en noviembre de 2013 con la esperanza de utilizarlo para lanzar su precandidatura presidencial, un sueño que hoy le queda muy lejos. Fernández y Domínguez quieren ser el precandidato oficialista y no pretenden arruinar las pocas chances que tienen frente a concursantes como Florencio Randazzo o Daniel Scioli. Aníbal conoce el paño: fue jefe de Gabinete entre 2009 y 2011, pero aún así estaría más cómodo en el Senado.

Otro apellido que sonó con fuerza para la Jefatura de Gabinete es Kirchner, pero Alicia. La ministra de Desarrollo Social siempre mantuvo un perfil bajo, a pesar de ser la hermana de Néstor. En los últimos meses viene aumentando su participación en actos en todo el país, como una forma de medirla como candidata a nivel provincial o nacional. Su destino aún es incierto: La agrupación que lidera, Kolina, tiene algunas diferencias con La Cámpora, y hoy ser el jefe de los ministros representa más un problema que una ayuda.

Axel Kicillof también fue uno de los candidatos que circuló para cubrir a Capitanich, pero es poco probable. Su victoria sobre Fábrega, después de haber ganado la interna contra Julio De Vido, le garantiza prácticamente el control total del gabinete nacional, sin tener que asumir la jefatura. Además, ve su rol como más técnico que político. Quién sí tiene chances es uno de sus compañeros de La Cámpora: Mariano Recalde, que podría trasladar al gobierno su "perfil ejecutivo" al frente de una Aerolíneas Argentinas que pierde dos millones de dólares por día.

Héctor Timerman es uno de los funcionarios que siempre suena para ser reemplazado en cada cambio de gabinete. Su gestión en Cancillería tiene más desaciertos que otra cosa: fue el abanderado del fracasado acuerdo con Irán por la causa AMIA y no logró ningún avance diplomático importante en la disputa de Argentina contra los fondos buitres. ¿Por qué sigue en el cargo? Simple: Así como Néstor decía ser su propio ministro de Economía, Cristina es su propia canciller, algo que ratifica cada vez que habla en la ONU ante los pocos que quieren escucharla. Además, Timerman tiene la "lealtad" que -según la presidenta- le faltaba a su antecesor, Jorge Taiana.

El último caso es el de Guillermo Moreno. El polémico funcionario nunca quiso irse como agregado económico a la embajada de Italia, el destino que el kirchnerismo le eligió prácticamente como un exilio. Tan pronto como se fue comenzaron los rumores de su regreso a la Secretaría de Comercio Interior. Esta semana crecieron aún más cuando su sucesor en el cargo, Augusto Costa, sonó para reemplazar a Fábrega. Las versiones que se escuchan en la Casa Rosada indican que volvería en diciembre. Suena lógico: con un panorama económico muy complicado para 2015, va a hacer falta algo más que "precios cuidados" para contener la inflación.