Daniel Scioli intentará pasar el año electoral en un constante equilibrio entre el kirchnerismo y la oposición. Aunque en público, el gobernador bonaerense, se mostrará como parte del proyecto nacional, no dejará de enviar señales sobre su independencia.
Una de estas muestras llegará el 8 de mayo, cuando la agrupación sciolista, La Juan Domingo, se lance en Capital Federal mostrando las candidaturas de dos ex funcionarios kirchneristas hoy enfrentados con el Gobierno nacional. Se trata del ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, Alberto Fernández y el ex ministro de economía de Cristina entre 2007 y 2008, Martín Lousteau.
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Alberto se presentará como candidato a senador por la Capital Federal, mientras que el ex ministro se postulará como diputado por el mismo distrito.
La agrupación sciolista no está dispuesta a esperar el armado de las listas del Frente para la Victoria para definir los nombres con los que competirán en las internas del próximo 11 de agosto. En la Ciudad usarán el sello de Fernández.
Los candidatos “enemistados” con el Gobierno nacional no son la única estrategia que teje la Juan Domingo. En sintonía con Scioli, quien mantiene un acuerdo electoral con Francisco De Narváez, crece la posibilidad de que el “Colorado”, del PJ opositor, sea un aliado importante del sciolismo.
Es que muchos referentes siolistas –como los senadores Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera y Osvaldo Goicoechea– esperan ver cómo jugará el intendente de Tigre, Sergio Massa. A dos meses del cierre de listas y sin noticias sobre su candidatura, decidieron comenzar a mirar hacia las filas de De Narváez. Y hacerlo trascender, como presión para el massismo.
Sin embargo, aunque Massa finalmente se postule, los dirigentes sciolistas podrían no acompañarlo. Ellos impulsan la candidatura a presidente de Scioli en 2015. Temen que, en caso de que se postule y gane, el intendente de Tigre se trasnforme en un competidor natural por la presidencia de su propio jefe político.
Esta línea se debatió el jueves en un encuentro en La Plata entre miembros de La Juan Domingo y dirigentes de la séptima sección electoral. Allí también se expuso la posibilidad de sumar referentes a través de las listas de De Narváez.
Los movimientos de Scioli y sus dirigentes no son desconocidos por el kirchnerismo. Por ello, la tregua de las últimas semanas comenzó a romperse por órden del propio vicegobernador, Gabriel Mariotto, quien ordenó retomar el debate por la estatización del juego: envió a sus legisladores a presentar un proyecto para estatizar las máquinas tragamonedas
