POLITICA
tras las criticas que lo tuvieron como blanco

Scioli visitó las zonas inundadas y busca cerrar la polémica por su viaje

Ayer estuvo en Salto y supervisó las tareas de asistencia en la Capital. Enojo contra Macri. “La campaña se convirtió en un vale todo”, se quejó ante PERFIL. Su paso por Italia.

En el lugar. Estuvo una hora en el cuartel de bomberos de Salto. Lo acompañó el secretario de Seguridad, Sergio Berni.
| Cedoc Perfil

“No me van a apartar de mi camino, si la campaña se convirtió en un vale todo, allá ellos”, enfatiza ante PERFIL Daniel Scioli sobre la oposición, a quien acusa de usar las inundaciones como parte de la pelea electoral. El gobernador bonaerense y candidato a presidente del Frente para la Victoria acababa de recorrer un centro de evacuados en la localidad de Salto. En su oficina del piso 19 del Banco Provincia lo esperan largos informes sobre la situación en cada distrito. Llama a los intendentes y ministros para hacer un nuevo relevamiento. Durante la semana fue blanco de las críticas por su viaje a Italia, que lo obligaron a regresar anticipadamente. “Lo peor ya pasó, ahora trabajamos fuertemente en la vuelta a casa”, asegura con el deseo de dar vuelta la página.
Mientras sus funcionarios se mantienen en los territorios coordinando las tareas de asistencia, Scioli busca cerrar la pelea política sobre las inundaciones y concentrarse nuevamente en la campaña. El miércoles viajará a Tucumán para el cierre del candidato a gobernador Juan Manzur.
“Llamé a José Manuel de la Sota para agaradecerle por la responsabilidad que tuvo en estos días”, remarcó Scioli. El gobernador cordobés se había comunicado para ofrecer ayuda y había esquivado las críticas mediáticas.
El mensaje del ex motonuata también tiene que ver con la campaña, ya que apuesta a recibir parte de los votos que el cordobés obtuvo en la pelea interna contra Sergio Massa.
Las horas en Italia. A las siete de la mañana de Roma, Daniel Scioli encendió su celular y se comunicó con su jefe de Gabinete, Alberto Pérez. Eran las dos de la madrugada del miércoles en Buenos Aires cuando el funcionario le explicó que la alerta por sudestada y lluvias había regresado, un panorama distinto al que recibió cuando decidió viajar.
El resto de los llamados, entre los que se comunicó con el ministro de Seguridad, Alejandro Granados, y el titular del área de Desarrollo Social, Eduardo Aparicio, lo hizo en el camino del aeropuerto de Roma a la casa de un amigo en donde permaneció las horas previas a su regreso para tomar el avión que lo trajo devuelta a Buenos Aires.
A la una del mediodía (siempre hora de Italia), según contó el propio Scioli a su entorno, cuando la alerta se agravaba y
la inundación se instalaba como eje de la polémica de la campaña, decidió regresar.
Sus colaboradores consiguieron un vuelo de Iberia de 18 horas con escala y, mientras tanto, los fuertes dolores que tuvo Scioli a la ida como consecuencia de la amputación de su brazo hicieron que su mujer, Karina Rabolini, intentara sin éxito adelantar la visita médica. Pero el turno conseguido meses atrás debió ser reprogamado. Finalmente, el gobernador y su mujer dejaron atrás el control médico y las entrevistas con un empresario y con el primer ministro italiano, Matteo Renzi.
Por entonces, en Argentina, crecían las críticas por su viaje. En el sciolismo se cruzaban los reproches por no haber adoctrinado a los funcionarios con un mensaje común y comunicado la agenda oficial, lo que hizo que se especulara con que podría estar vacacionando en Cerdeña (ver aparte), tal como hizo circular Elisa Carrió. Alrededor del gobernador también refunfuñan su enojo contra Mauricio Macri, a quien superó por 14 puntos, por el uso político de la inundación. Por estas horas están averiguando si el jefe de Gobierno porteño suspendió su plan de vuelo a Bahamas, en donde se hospedaría en la casa del empresario multimillonario Joe Lewis. Quieren revancha.


Los antecedentes
El agua sorprendió varias veces desprevenidos a los vecinos de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal y de vacaciones a sus gobernantes. Mauricio Macri sufrió durante su gestión tres grandes inundaciones, una en 2009, una en 2010 y una en 2013. En dos oportundidades, el jefe de Gobierno porteño estaba descansando. Una vez en Villa La Angostura y otra en Córdoba. En la última inundación, al igual que Scioli ahora, culpó al “cambio climático”. Scioli fue fuertemente increpado por los vecinos de La Plata en 2013, cuando la inundación causó más de ochenta muertes y el mandatario intentó llevarles tranquilidad a los vecinos. Durante una reunión en la Gobernación, fue insultado por los afectados, que no creían en las promesas del Ejecutivo.